En el "grupo de la muerte" todo sigue siendo de color anaranjado.

Tras golear en el debut a Italia (3-0), Holanda dio ayer una nueva lección de fútbol y avanzó a cuartos de final de la Eurocopa al aplastar a Francia por 4-1. Con Johan Cruyff en las tribunas, el equipo de Marco van Basten, por juego y contundencia ya hace evocar a aquella histórica "naranja mecánica".

En el restante partido del grupo C, Italia no pasó del empate ante Rumania (1-1) y su pase a cuartos está complicado, a falta de una jornada para el cierre de la fase regular.

En el Stade de Suisse de Berna, Holanda marcó por intermedio de Dirk Kuyt, Robin van Persie, Arjen Robben y Wesley Snejder, mientras que para los "bleus" descontó el reaparecido Thierry Henry, quien mostró su acostumbrada peligrosidad pero no fue argumento suficiente para detener la marea 'naranja'.

Equipo que gana, y menos si golea, no se toca, Van Basten hizo honor a esta máxima y volvió a poner en el campo a los mismos once que habían superado a Italia.

Holanda tomó ventaja de dos goles, pero Henry puso el suspenso. ¿Habría "milagro de Berna" francés? Nada de eso. Robben, con una genialidad, se encargó de desanimar cualquier intento, apenas un minuto después.

Por si todavía quedaba alguna duda que Holanda era un canto al fútbol, un zapatazo de Snejder desde fuera del área, en tiempo de descuento, selló la goleada.

La jornada pudo ser peor para Italia. Empató en Zurich ante Rumania, pero el arquero Gianluigi Buffon le paró un penal a Adrian Mutu que hubiera dejado afuera a los "azzurri" y hubiera casi clasificado a los rumanos.

El mismo Mutu abrió el marcador y Christian Panucci empató poco después. "Merecimos ganar pero la fortuna no nos dio una mano. Hemos tenido ocasiones buenas y al final hasta pasamos por el riesgo de perder un partido increíble. Jugamos a un alto nivel", dijo sin embargo el DT italiano, Roberto Donadoni.