SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Inspectores del Servicio Forestal Andino detectaron la tala furtiva de numerosos pinos de gran porte en el faldeo oeste del cerro Otto, cerca de Virgen de las Nieves.

El desmonte "sistemático" afectó tierras reivindicadas por una comunidad mapuche que vive en el lugar desde hace un siglo, aunque también el Ejército considera como propias. Ambas partes mantienen por esa razón un añejo litigio todavía en trámite.

El delegado del SFA, Germán Fritz, explicó que la vegetación natural de esa ladera sufre ya un fuerte impacto por la invasión del pino Oregón que avanzan sobre el cipresal.

Indicó que no menos de 40 ejemplares fueron volteados en el último tiempo sin autorización ni pago de aforo. Sostuvo que "la mayoría son pinos, pero también cayó algún ciprés y algún coihue".

Según calculó Fritz, el volumen de madera extraída ronda los 150 metros cúbicos y los rastros relevados en el lugar demuestran que fueron procesadas allí mismo con un aserradero portátil.

El Servicio Forestal no pudo identificar todavía a los responsables de la contravención, pero inició el sumario respectivo mientras analiza con el abogado del organismo si corresponde notificar al Ejército o a la familia mapuche.

Lo grave del caso, según indicó el técnico, es que "montaron una pequeña industria forestal" en el mismo sitio de la tala. Lo cual revelaría una finalidad comercial.

Hasta no hace mucho los inspectores de Bosques buscaban el producto de talas clandestinas en los aserraderos conocidos u otros sin declarar que funcionan en el fondo de alguna vivienda.

Pero ahora la actividad se multiplicó con la accesibilidad de las máquinas portátiles que cumplen la misma función y pueden ser trasladadas hasta el bosque.

Fritz dijo que en Bariloche se produjeron al menos dos robos recientes de equipos de esa clase (uno de ellos perteneciente al municipio), lo que daría cuenta de lo floreciente de la actividad.

En el caso de la tala descubierta en inmediaciones de Virgen de las Nieves señaló que si bien los pinos que invaden el bosque "deben se extraídos a la brevedad", lo reprochable es "el método utilizado, que fue muy deteriorante del suelo y provocará problemas de erosión".

El SFA depende de la provincia y no siempre cuenta con los recursos suficientes para efectuar los controles asignados. La delegación local tiene a su cargo el monitoreo de 25.000 hectáreas con abundantes formaciones de bosque nativo y una creciente presión poblacional.

Si bien el equipamiento y el personal disponible es mayor que hace unos años, la reposición del fondo fijo para la compra de combustibles y otros insumos sufre constantes demoras y entorpecen la tarea, según confiaron los responsables del servicio.