Jueves 12 de Junio de 2008 Edicion impresa pag. 02 y 03 > Nacionales
ANALISIS: La furia, aquí y allá

Los transportistas bloquean rutas y frenan el abastecimiento en Argentina y en España.

Aquí, los camioneros se convirtieron en protagonistas de una protesta que hasta semanas atrás era privativa del campo. Quieren que este conflicto se solucione de una vez porque -ante la nula voluntad del gobierno de resolver las retenciones- el bolsillo aprieta, porque el problema de fondo subsiste: el desestímulo al agro, que mantiene parada la cosecha, la comercialización y toda la inmensa cadena que se nutre del sector.

En España, como en Portugal y Francia, los camioneros protestan por un factor externo que los complica y mucho: la disparada incesante del precio del petróleo (que eleva el costo de circular) y la "pasividad" del gobierno de cara a esta realidad.

Aquí y allá, hay dos componentes análogamente inquietantes a raíz de estos conflictos: Uno, la falta de productos básicos en las góndolas, cada vez más evidente. El otro, la furia que sube en los piquetes, donde colisionan derechos: el del que quiere parar y el del que quiere seguir circulando.

Esta rabia traspuso un umbral en España. Ya hay un muerto: un camionero que hacía huelga y cuyo cuerpo fue pasado por encima por un colega cansado de permanecer bloqueado en la ruta. Otro camión fue quemado con su chofer adentro: sus imágenes erizan la piel.

En nuestro país hay apenas un paso para que ocurra una desgracia similar. Si no ha pasado aún, fue por pura providencia. Primero hubo un apuñalado, después incendio de vehículos, trompadas, y ayer el ataque a un convoy con combustible.

La muerte en España ha decidido al gobierno de Rodríguez Zapatero a actuar: movilizó a más de 25.000 agentes y ya hubo decenas de transportistas detenidos. El Ejecutivo prometió que las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado actuarán "con contundencia y firmeza" y "dentro de la ley" para garantizar la libre circulación en las carreteras y la distribución de los productos básicos.

¿Los Kirchner tomarían una decisión similar? La política clásica ha sido la tolerancia frente piquetes "amigables" como el de Gualeguaychú o de los piqueteros que mayormente tienen un sitial dentro del gobierno, sea como funcionarios o como fuerza de choque altamente subsidiada.

A los piqueteros "enemigos" como los del campo (que Kirchner anheló ver de rodillas) se les mostró los dientes en San Pedro: primero actuaron fuerzas de Prefectura sin aparente orden judicial para detener a ocho de ellos, y luego un fiscal se encargó de seguir el proceso: hasta el procesamiento no está dispuesto a parar.

Estos últimos actores temperamentales, los transportistas de granos, que no responden a Moyano sino a entidades de transporte y a grupos "autoconvocados", ¿en qué categoría ingresan dentro de la psiquis oficial?

En 200 puntos de rutas argentinas, hoy se mezcla la bronca del productor con el del camionero. Pero también la anarquía domina algunos de esos bloqueos, y la afectación de derechos se ha ampliado a la gente común.

Impensada derivación de una crisis que el gobierno creía conjurada con un Plan Social. No tendrá más remedio que enfrentarla, más temprano que tarde, para ahuyentar el escenario de una población desabastecida.

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