SAN DIEGO (AP) - Si Ángel Cabrera echa humo este fin de semana en el Torrey Pines Golf Course, será por el nivel de su juego, no por los Lucky Strike y los Camel que acostumbraba a fumar.

El argentino dejó el cigarrillo después de ganar el US. Open del año último en Oakmont, donde acuñó la frase "algunos jugadores usan psicólogos. Yo fumo".

Ya no juega entre bocanadas de humo. "Me siento mucho mejor ahora que no fumo", declaró Cabrera.

Cabrera, quien espera que su potencia y la precisión de sus tiros desde el tee le permitan dominar este pintoresco campo junto a un acantilado, asegura que no hace nada para compensar el hábito de fumar.

Igual, algo cambió desde que dejó el cigarrillo, porque no volvió a ganar luego de su sensacional triunfo en el US. Open, en el que contuvo la embestida de Tiger Woods y Jim Furyk y se impuso por un golpe.

El argentino espera recuperar la magia y dominar otra vez uno de los torneos más difíciles del circuito golfístico, que este año tendrá una extensión récord de 6.989 metros.

"Estoy jugando bien, especialmente los tiros largos. Trabajo en mi putt, quiero mejorarlo un poco. Espero haberlo conseguido", comentó.