Aunque el lugar de los chicos debería ser el hogar y la escuela, y su principal actividad aprender y jugar, la primera encuesta nacional sobre el trabajo de niños, niñas y adolescentes -relevamiento iniciado en el 2004- mostró que 408.945 niños y niñas de entre 5 y 13 años (6,5%), y 534.743 adolescentes de entre 14 y 17 años (20,1%), trabajaron alguna vez, principalmente en tareas rurales, domésticas y en la vía pública.
El Día Mundial contra el Trabajo Infantil fue instaurado en el 2002 por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para promover la voluntad política y el compromiso de las sociedades con la erradicación de ese grave problema que afecta a unos 165 millones de niños y niñas de entre 5 y 14 años en todo el planeta.
En el año 2005 el Congreso de la Nación Argentina instituyó mediante ley 26.064 el día 12 de junio de cada año como Día Nacional contra el Trabajo Infantil.
A partir de allí, a nivel federal se creó la Comisión Nacional de Erradicación de Trabajo Infantil (Conaeti) y en las provincias, con distinto grado de avance, se están formando comisiones de Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil, (Copreti). Diecinueve provincias ya cuentan con sus comisiones.
En Neuquén, donde la semana que viene lanzan un programa nacional de becas, las primeras cifras de un mapeo parcial recientemente iniciado arrojó 240 niños que trabajan en la capital para poder vivir.
En Río Negro, todavía no hay cifras de incidencia, pero un paso para comenzar con la tarea lo constituyó la conformación del Consejo Provincial de la Niña, el Niño y el Adolescente.
A fin de mayo, la Legislatura rionegrina reglamentó la Ley de Protección Integral de los Derechos del Niño y el Adolescente que había sido sancionada en agosto del 2006. En esa reglamentación se define como trabajo infantil a " toda aquella práctica o estrategia de supervivencia remunerada o no, realizada por menores, visible u oculta, donde el sustento logrado o su beneficio puede servir para sí mismo, para contribuir al mantenimiento del grupo familiar o para terceros explotadores".
Pilar Rey Méndez, presidenta de la Conaeti, aseguró que "la mayoría de los niños, niñas y adolescentes que trabajan en la Argentina lo hacen en el ámbito rural, una realidad que suele definirse como `natural` y que desde el Estado queremos desmitificar". Recordó que la consigna lanzada por Organización Internacional del Trabajo (OIT) para este año es "La educación es la respuesta acertada al trabajo infantil". Es que el fracaso escolar, vinculado a ausentismos, tardanzas, niveles altos de repitencia y deserción, son consecuencias directas del trabajo infantil. (Ver infografía)
Los datos que maneja la funcionaria surgen de la primera Encuesta de Actividades de Niños, Niñas y Adolescentes" (Eanna), un sondeo parcial por el que fueron entrevistados 4 millones de chicos en sus hogares entre el 2004 y 2006, y a cuyos resultados puede accederse a través del sitio http://www.rionegro .com.ar