CATRIEL (ACA) .- Una mujer con varios hijos había quedado en la calle este lunes cuando un abogado, representante del propietario del terreno que ocupaba con una vivienda precaria, llegó al lugar para desalojarla. En principio había juntado todas sus pertenencias para irse, pero como no tenía dónde vivir ni quien le llevara las cosas optó por quedarse, aunque el desalojo podría concretarse por vía judicial.
Las tierras pertenecen a la familia Preiss quien -según trascendió- reclamó sus derechos hace unos años luego de décadas de ausencia. Nunca habrían pagado los impuestos y tasas municipales aunque nunca hubo una política de cobro municipal en ese sentido. Esta situación desnudó las carencias habitacionales que padecen quienes no tienen recursos suficientes para inscribirse en planes de vivienda.
El lunes por la mañana la mujer, madre de cinco niños, comenzó a juntar sus cosas para salir del lugar ante la visita del abogado apoderado de los herederos de la familia Preiss, quienes poseen esas tierras que le dan nombre al barrio.
Si bien el año pasado y aún antes la oposición desde la Legislatura municipal había comenzado a reclamar la municipalización de esos terrenos, pues sus dueños nunca vinieron al lugar, y se decía, entonces, que no habrían cumplido con el pago de tasas e impuesto por décadas, los herederos sostienen un reclamo de lo que consideran su propiedad.
Allí están asentándose familias sin vivienda y de escasos recursos, desnudando una problemática social que es cada vez más preocupante en Catriel.
La mujer de apellido Sáez llegó allí como otras familias ocupando inmuebles que fueron quedando abandonados cuando algunas empresas comenzaron a mudar sus bases del parque industrial local a Neuquén. Al igual que su hermana que se quedó sin el techo de su vivienda por el viento, ambas están en una difícil situación, pues no tienen adonde ir ni trabajo seguro.
"Los hemos venido ayudando de todas las formas posibles. No es un tema nuevo, esos pobres chicos tienen todo tipo de carencias. Los días que llueve no vienen a la escuela porque se les moja toda la cas y no tienen ropa seca para venir", contó una maestra que solicitó reserva de su identidad.
Hasta ahora el municipio no ha abordado ningún plan de viviendas para las familias pobre e indigentes. Así poco a poco han comenzado a construir casillas con unos pocos postes, nailon y cartón. Otros han sido auxiliados por la comuna que en la medida de sus posibilidades intenta alquilar casas para estas familias necesitadas.
Hace un par de semanas la Legislatura municipal declaró la emergencia habitacional donde apuntaron que hacen falta no menos de 300 casas para poder equilibrar la situación.