ROMA (AFP) - El presidente estadounidense George W. Bush dijo ayer que se reservaba "todas las opciones" para obligar a Irán a suspender su programa nuclear, mientras Teherán sigue desafiando a Occidente.
"Todas las opciones están sobre la mesa, pero mi preferencia es una solución diplomática", dijo en una conferencia de prensa con la canciller alemana Angela Merkel en el castillo de Meseberg, 70 km al noroeste de Berlín.
La gira de Bush por Europa está ampliamente centrada en la cuestión iraní, sin que Teherán dé señales de amedrentarse. Ayer mismo, el presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad lo desafió , al afirmar que el mandatario estadounidense, cuyo mandato concluye en enero del 2009, no podrá destruir "ni un solo centímetro de la tierra sagrada de Irán". "Le digo a Bush (...): su era terminó y con la gracia de Dios usted no podrá dañar ni un solo centímetro de la tierra sagrada de Irán", proclamó el presidente iraní en la ciudad de Chahr-Kord (oeste) .
Por su parte Bush añadió que "los iraníes han hecho una opción, pero es la mala opción para el pueblo iraní, que merece algo mejor que estar aislado del mundo. El mensaje del Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior, Javier Solana, será: pueden optar por algo mejor". Solana estará en Irán el sábado y domingo para discutir la cuestión nuclear Bush viajó por la tarde a Italia, tercera etapa de la gira de despedida por Europa. Allí se reunirá con el papa Benedicto XVI en el Vaticano y con su "amigo", el jefe de gobierno italiano Silvio Berlusconi.
Bush aterrizó proveniente de Alemania a bordo del "Air Force One". El presidente estadounidense se trasladó luego bajo imponentes medidas de seguridad a Villa Taverna, la residencia privada de la embajada estadounidense, donde se alojará. A pocas horas de su llegada, unas mil personas marcharon pacíficamente en Roma para protestar contra la visita del presidente estadounidense, a quien los manifestantes calificaron de "El señor de la Guerra".