Lunes 09 de Junio de 2008 Edicion impresa pag. 4 > Nacionales
La Iglesia pide que haya diálogo sin imposiciones
Cerraron las jornadas de la Pastoral Social con un nuevo llamado a la conciliación. Malestar porque Scioli comprometió su presencia pero no fue al acto.

MAR DEL PLATA.- El titular de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, monseñor Jorge Casaretto, reiteró ayer que en el país urgen instancias de diálogo sin imposiciones, al cerrar jornadas sociales que no contaron con el gobernador bonaerense Daniel Scioli, como estaba previsto.

No es la primera vez que el ex motonauta deja de participar en algún encuentro con los sectores que el matrimonio Kirchner define como "los enemigos". Y para no recibir ninguna reprimenda, Scioli evitó ayer la posibilidad de aparecer en una foto junto a Casaretto, quien desde la Iglesia viene criticando al gobierno por "el crecimiento de la pobreza".

"No encontré a nadie que quisiera venir a imponer su visión sino que con convicción, venían a ofrecer sus opiniones o reflexiones como servicio", destacó el prelado ante unos 600 representantes políticos, empresariales, gremiales y sociales que durante tres días debatieron acciones para contribuir a una "justa y equitativa" distribución de la riqueza.

Pese a las coincidencias alcanzadas en las conclusiones, la ausencia del mandatario provincial causó sorpresa, hasta malestar, entre los organizadores de este tradicional encuentro multisectorial.

"Nadie nos informó oficialmente que Scioli no venía, lo esperamos hasta último momento, y recién nos enteramos de que finalmente no asistiría por los medios locales", dijo ayer una fuente eclesiástica.

Pese a que no se explicaron los motivos de la ausencia del gobernador provincial, voceros eclesiásticos especularon con que "podría ser por las diferencias" que el gobierno nacional y la Iglesia mantienen por el conflicto del campo.

Roces de larga data por cuestiones diplomáticas se agudizaron el último jueves cuando el Episcopado argentino reclamó un "gesto de grandeza" a la presidenta Cristina Fernández y a los productores rurales, para ponerle fin al conflicto.

La petición eclesiástica fue considerada "casi irrespetuosa" por el ministro de Justicia, Aníbal Fernández.

Sin embargo, en el cierre de las jornadas, Casaretto agradeció la participación de la titular del Banco de la Nación, Mercedes Marcó del Pont, para expresar "la postura gubernamental en un clima de serenidad".

"Hemos tenido aportes de quienes nos gobiernan y los hemos escuchado porque no sólo opinan, sino que cada día combinan su tarea, con lo que creen sobre la distribución de la riqueza", valoró el prelado.

 

Insisten sobre la pobreza

 

Casaretto consideró, además, que pobreza y exclusión "siguen siendo los temas clave " de cara al Bicentenario, porque a su entender "cuánto más vigencia tengan las instituciones y una democracia basada en valores, más lograremos acercarnos a solucionar la iniquidad".

"Es necesidad erradicar la corrupción a través de la ética y la primacía de los valores en todos los ámbitos de la vida", aseveró el titular de la Pastoral Social al hacer un balance de lo actuado en estas jornadas que, según los organizadores, tuvieron "record" de asistencia.

En tanto, los participantes expresaron en las conclusiones la "preocupación" por la falta de dirigentes comprometidos con la distribución de los bienes y estimaron necesario encontrar "formas de cooperación" entre empresarios y sindicalistas.

Tras reconocer que "no hemos encontrado consensos", los heterogéneos grupos de trabajo reiteraron el compromiso de los diferentes sectores del quehacer nacional a "continuar el diálogo y a no atrincherarse en fórmulas que podrían ser matizadas".

 

(DyN y Redacción Central)

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