ZAPALA (AZA)- La Policía logró recapturar a uno de los evadidos de la Unidad de Detención Nº 32 de esta ciudad mientras que los otros dos permanecían prófugos y eran intensamente buscados.
La huida tuvo características cinematográficas y se produjo el sábado a la noche. Los internos rompieron una reja, golpearon a los custodios y se descolgaron de los muros utilizando ganchos y sábanas atadas.
De inmediato se montó un impresionante operativo que permitió detener a uno de ellos, identificado como Ariel Ibazeta en las primeras horas del domingo. Anoche, los otros sujetos, Ramón Mansilla y José Díaz, permanecían desaparecidos.
Según se informó, todos tienen causas por hechos graves como homicidios y robos y habían sido recientemente traslados a la unidad zapalina por decisión de la Cámara de Neuquén.
"Lo encontró una patrulla de la brigada que circulaba en un móvil sin identificación y cuando intentaron detenerlo le aplicó un cabezazo a uno de los efectivos y mordió al otro" informó ayer una alta fuente policial zapalina.
Ibazeta fue arrestado alrededor de la 1:30 en cercanías del predio de Vialidad Nacional, sobre las calles Mercado y Trannack.
Según revelaron fuentes judiciales, el evadido tenía previsto realizar una denuncia por los supuestos malos tratos que le propinaron los policías que lo detuvieron.
En la mañana del sábado recibieron la visita de un integrante del Poder Judicial de la provincia y a la tarde llegaron familiares. Los policías suponen que los internos aprovecharon ese momento para preparar las sábanas y el gancho con el cual finalmente lograron escapar.
La maniobra se desencadenó después de las 21 cuando lograron reducir a uno de la guardias y llegar hasta la zona del teléfono. Desde allí ganaron el patio y treparon el muro utilizando las sábanas que habían atado previamente a un gancho.
Luego descendieron al techo de un garaje y saltaron al exterior. En ese momento fueron divisados por el guardia del acceso que hizo sonar la alarma y puso en marcha la persecución.
En la tarde del domingo, la policía allanó el domicilio de un familiar de los reos evadidos pero tampoco se encontraron rastros.