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CURIOSIDADES PATAGONICAS: Lucha y amor del maestro enterrado en Cholila | ||
" Morir en Jacobacci. El 13 de mayo pasado se cumplieron 70 años del deceso del primer maestro del oeste chubutense José Vicente Calderón. La muerte lo tomó mientras dormitaba envuelto en su poncho pampa (según las evocaciones de José I. Tamburini y Luis Felman Josín) en un hotelito de Ingeniero Jacobacci y a los 75 años, en tránsito para Buenos Aires en la esperanza de curar sus padecimientos del corazón enfermo. Al día siguiente el tren para Constitución pitó anunciando su partida y se fue sin el maestro pionero. " El último adiós. Calderón había llegado a Jacobacci en un automóvil conducido por un amigo y volvió sin vida a Cholila en el mismo rodado. Otro gran educador del Chubut, Sergio Pérez, director de la escuelita de Cholila, lo había visitado en el hospital de Esquel en ese frío otoño de 1948, pocos días antes de que lo llevaran a tomar el tren. En su crónica evocativa, Pérez señaló que en el hospital del Esquel lo había encontrado extenuado. Escribió que "por momentos perdía el conocimiento" aunque logró manifestar sus "esperanzas de mejorar". La noticia de la muerte lejana del maestro corrió como una saeta por toda la comarca cordillerana, cuyos habitantes comenzaron a converger hacia la vieja casa de Cholila (que Calderón llamó "El Retiro"). Llegaban en catangos, de a caballo o a pié, mientras el coche que había partido de Jacobacci -de súbito fúnebre- ya había tomado el camino de Futa Ruin y Ñorquinco para seguir hacia el valle del terruño adoptivo. Era de noche cerrada cuando la familia, vecinos, rudos hombres y mujeres que habían sido sus alumnos, avistaron desde El Retiro los focos de automóviles que asomaron a una lomada. Al arribo comenzó el velatorio. Al día siguiente camino del cementerio, la luctuosa caravana marchó con banderas argentinas, según lo recordó el maestro Pérez, quien también anotó: "Cuando pasamos frente a la escuela... comprendimos que dejaba de ser una escuela por quedar convertida en un monumento para perpetuar la memoria de un heroico maestro. Descendimos el ataúd para cruzar un pequeño arroyo. Allí se nos unió la escuela Nº 80". Estaban todas las escuelas del distrito rodeando a Elena Pugh, la viuda del maestro y los hijos queridos. " Perfiles de familia. El 11 de marzo de 1886, en Rawson, Chubut, nació Helen Pugh quien iba a ser el amor definitivo del maestro Calderón y a quien le sobreviviría 32 años, si es que efectivamente Elena murió el 2 de septiembre de 1980, como señalan los registros "family search" de la "iglesia de Jesucristo de los últimos días", o sea, el reservorio guardado y digitalizado en los monumentales archivos de los mormones. Elena era hija de Hugh Samuel Pugh y de Mary Ann Coslet Thomas. Desde ellos corrió el torrente galés e inglés que heredaron los hijos de Calderón, criollo con ancestros españoles. El señor Pugh había nacido en Festiniog, Merioneth, el 7 de septiembre de de 1856 (murió en 18/07/1932) mientras que Ann Mary nació inglesa en Tredegar con raíces galesas (el 24/04/1865), pero con Pugh se casó en Rawson en 1885 (ella de 20 años, él de 29). " Hotel con historia. En 1899 estaban al frente de su hotel Gayman surgido en el lugar poblado a partir 1874 con la casa que levantó cerca de la barda David D. Roberts. El topómino lugareño "Gaiman" (piedra de afilar en galés), lució en dos cristales de la puerta el hotel de los Pugh. Se leía en opaco esmerilado "Hotel" y "Gayman", con "y" griega. Hace varias décadas, la creadora del museo local Tegai Roberts, rescató esos cristales. Es ahí que llegó en carruaje el presidente Julio A. Roca en su gira del verano de 1899 (recopilación de Pedro Navarro Floria y diarios de la época) todo tipo de personajes se hospedaron camino de la costa o de la cordillera. Seguramente ya entonces, el recién designado maestro de Gaiman (Calderón) se instaló en el hotel de Pugh (hoy en pie como Escuela de Música (avda. Tello y Nueve de Julio) no mucho después del agasajo presidencial. Es que ya el 9 de marzo Calderón inauguró las clases en la más tarde escuela Nº 34. Elena, la hija de los Pugh, era la belleza del hotel, con apenas 13 años, y el maestro recién llegado, 27. (Continuará)
FRANCISCO N. JUÁREZ fnjuarez@sion.com | ||
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