VIEDMA (AV).- La alegría de una familia viedmense que anteayer había comprado un auto nuevo se hizo cenizas ayer a la mañana cuando la policía golpeó la puerta de la casa y le dio la triste noticia. El Fiat Uno que habían adquirido horas antes había sido robado desde la vereda de Alvear al 1.300 por dos jóvenes con ganas de divertirse durante la madrugada. Pero la travesura terminó mal: los vándalos resolvieron quemar el automóvil en una esquina del barrio Lavalle.

Cerca de las 8 de la mañana, los bomberos fueron alertados por los vecinos del lugar de que un automóvil ardía en plena calle. Cuando pudieron controlar las llamas los daños eran totales. Rápidamente encontraron indicios de que el hecho había sido intencional y se descubrió también que en la maniobra incendiaria uno de los jóvenes resultó herido con un corte.

El rastro de la sangre en la calle condujo a uno de los jóvenes y el otro fue apresado poco después. Uno residía en el barrio Jardín y su cómplice en el Santa Catalina. Como eran menores fueron entregados al mediodía a sus padres.

En horas de la mañana los policías buscaron datos sobre el vehículo. Y tras diversas averiguaciones pudieron dar con la familia García, que lo había adquirido el día anterior, tenían recién culminada la verificación y ni siquiera se había formalizado la transferencia de dominio.