Sábado 07 de Junio de 2008 Edicion impresa pag. 56 > Sociedad
Un mundo reunido en Viedma
Más de 40 estudiantes extranjeros se juntaron para intercambiar sus experiencias

VIEDMA (AV) - Los hábitos propios y sus costumbres arraigadas, mezclada con la idiosincracia criolla, dieron lugar a una fusión de vivencias personales. Es que en esta ciudad confluyeron más de 40 jóvenes extranjeros para intercambiar experiencias antes de volver a sus países de origen.

La actividad estuvo a cargo de la organización no gubernamental AFS Programas Interculturales bajo la consigna denominada Orientación de Regreso. El objetivo fue trazar un balance sobre la formación educativa que recibieron transitoriamente en el último año con familias argentinas que los recibieron.

Si bien la meta lograda fue que los estudiantes realicen algunos otros aprendizajes, de lo protocolar hubo una delgada línea hacia lo informal. Pudieron participar de una jornada de recreación, visitar las playas de esta ciudad y pasear en un catamarán por el río Negro. Los más compenetrados con los hábitos argentinos aprovecharon para disputar partidas de truco dando rienda suelta a las mentiras "piadosas" que permite ese juego de naipes.

Los jóvenes están cursando estudios secundarios y terciarios en Neuquén, General Roca, El Bolsón, Esquel, Roca, General Conesa, Trelew, Zapala, Stroeder y Viedma. Provienen de Alemania, Austria, Bélgica, Brasil, Canadá, China, Dinamarca, Francia, Estados Unidos, Holanda, Islandia, Turquía, Suecia, República Checa y Suiza.

Caty Cantú Crouch es texana de Fort Worth. En los Estados Unidos -su país de origen- no tienen la costumbre de conseguir reivindicaciones saliendo a la calle diariamente. Merced a su estadía transitoria con una familia Stroeder, conoció lo que es un "piquete". Esa pequeña localidad del Partido de Patagones vive exclusivamente del campo que por estos días sufre las consecuencias de las retenciones a las exportaciones agrícolas.

Tampoco entiende mucho de algunas diferencias culturales y las características de "familiaridad" que caracteriza a los argentinos, la canadiense Rachele Fournier, de Quebec, instalada en Esquel por estos días. "Allá en mi país es todo trabajo y estudio, acá hay más tiempo para disfrutar de la vida y hay más informalidad".

A su lado, Else Rowel de Holanda estudiante de Turismo en Neuquén y fanática del Ayak, las belgas Katrien Jansen y Silke De Bock y Reuben Closson de Denver, Colorado; se mostraron sensibles, muy agradecidos con las familias anfitrionas por los momentos vividos, resaltando que el viaje y la estadía implican un motivo extra al dejar por un tiempo su hogar originario. "Algunos me preguntaban si yo venía al África o a ver indígenas; pero a mí me 'reabrió' la cabeza con la buenas carnes y facturas, el dulce de leche y todo lo que encierra a Eva y Perón", acotó.

El nutrido grupo fue recibido cálidamente por un recepcionista local y recorrieron la villa marítima de El Cóndor. Permanecerán hasta mañana en esta ciudad. A modo de despedida también contaron cómo ahora pueden valerse por sí mismos y volver a sus países natales con una mochila cargada de matices ubicados en las antípodas para su habitual modo.

AFS es una entidad argentina que desde hace más de medio siglo facilita experiencias educativas internacionales para estudiantes.

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