Sábado 07 de Junio de 2008 Edicion impresa pag. 37 > Sociedad
Las araucarias enferman no por plagas sino por el hombre
Es la conclusión de expertos que estudiaron el caso en Villa Pehuenia

NEUQUÉN (AN).- Las araucarias de Villa Pehuenia "no están afectadas por organismos perniciosos" sino que gran parte de su deterioro se debe a la incesante actividad humana que se genera a su alrededor. Los expertos explicaron que las plantas tienen alrededor de 700 años y revelaron que al llegar a los 500 presentan mayor permeabilidad a la acción de hongos e insectos.

En el trabajo de una comisión de especialistas contratados por la provincia también se describió que prácticamente no existe regeneración de araucarias junto a pehuenes de mayor tamaño, como debería ser. En el informe elevado al ministerio de Desarrollo Territorial, los especialistas de la Universidad Nacional del Comahue informaron que "no se encontró ningún agente con característica de plaga y que la principal causa de deterioro de los ejemplares es la actividad humana".

El análisis abarcó a las araucarias o pehuenes ubicados en las localidades de Primeros Pinos y Caviahue-Copahue, y en las zonas de Pino Hachado y el cerro Batea Mahuida.Se observaron dos realidades diferentes: por un lado, encontraron áreas en donde la sanidad de los bosques de araucaria era buena; mientras que en otras, donde la presión antrópica es notable, algunos ejemplares de esta conífera estaban seriamente afectados. El principio antrópico se refiere a todo lo que tiene su origen o es consecuencia de las actividades humanas.

Entre los principales factores que afectan a las araucarias, se mencionan los incendios forestales, en particular los de gran magnitud, pero también los daños producidos por los fogones de turistas, veranadores y piñoneros. También contribuyen al deterioro -expresa el informe- el avance de las urbanizaciones, la construcción de caminos, la actividad turística y el sobrepastoreo y pisoteo producido por la trashumancia, se informó desde el boletín de prensa de Casa de Gobierno.

El documento señala que muchos ejemplares se encuentran en la etapa de desmoronamiento, que comienza cuando las araucarias tienen entre 700 y 800 años. Ello implica la disminución de la superficie foliar (las plantas se secan y van muriendo las ramas desde la base al ápice), lo que provoca finalmente la extinción de toda la conífera.

Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí