Sábado 07 de Junio de 2008 Edicion impresa pag. 06 > Nacionales
Violenta represión policial en La Quiaca
Fue a desocupados que estaban en la municipalidad. Hubo 10 heridos. El cura Olmedo inició huelga de hambre.

SAN SALVADOR DE JUJUY.- Al menos diez personas resultaron heridas y numerosas sufrieron lesiones y contusiones cuando la policía de Jujuy desalojó ayer en forma violenta a desempleados que ocupaban la municipalidad de La Quiaca, tras lo cual el sacerdote Jesús Olmedo marchó con manifestantes e inició una huelga de hambre.

Organizaciones de derechos humanos, dirigentes sociales y los integrantes de la multisectorial que tomó el edificio repudiaron ayer el operativo de la policía provincial y cuestionaron al gobernador Walter Barrionuevo, quien sostuvo que "no hubo represión", sino "algunos forcejeos".

En medio del desalojo, el dirigente de la Multisectorial de La Quiaca, José Luis Martínez, quien se moviliza en silla de ruedas, fue sacado de la comuna "a la rastra" por los policías, mientras el obispo Marcelo Olmedo sufrió un principio de intoxicación por la inhalación de gases lacrimógenos.

Olmedo denunció que "fue una represión policial el desalojo de la municipalidad". "Sería mejor que los gobiernos nacional y provincial miren un poco más a la puna jujeña y solucionen los conflictos", remarcó el prelado.

La Corriente Clasista y Combativa de Jujuy repudió los hechos de violencia y responsabilizó "al gobierno nacional, al de la provincia y al municipal por la brutal represión que se desató contra la Multisectorial de la cual somos parte".

Olmedo, por su parte, reiteró ayer sus reclamos de asistencia al gobierno nacional y remarcó que "aquí la pobreza no ha disminuido. La desnutrición infantil ronda el 50 por ciento". El sacerdote encabezó anoche una nueva marcha de la que participaron cientos de desempleados, tras lo cual se instaló en la plaza central de La Quiaca, donde inició una huelga de hambre. De ese modo, dijo que planea "llamar la atención de las autoridades nacionales para que vean la pobreza que hay en la puna".

"Lo que pasó acá fue una masacre, tal como se describe en el diccionario", dijo Olmedo, y subrayó que "el hambre, la desocupación, la falta de futuro y el porvenir de los niños no se deben minimizar".

El desalojo violento de los manifestantes fue concretado ayer por la mañana por efectivos de la Guardia de Infantería. Una adolescente de 15 años sufrió en medio de las corridas que generó el desalojo una herida al ser rozada en su ceja izquierda por un disparo de bala de goma que efectuó uno de los policías, explicó la Multisectorial. El sacerdote Olmedo denunció que recibió dos balazos de goma en las piernas y varias mujeres mostraron a la prensa golpes en el rostro y el resto del cuerpo.

Los manifestantes ocuparon el municipio luego de que levantarán el corte del puente que une La Quiaca con Bolivia y reclamaron el aumento del valor de los planes sociales que cobran, la reincorporación de trabajadores municipales y la construcción de un viaducto en la zona. El desalojo de hoy fue ordenado por el juez penal de turno, Jorge Álvarez Prado. (DyN)

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