SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Un médico, un sanatorio privado, una ART y dos compañías de seguros deberán pagar en forma solidaria una indemnización de 15 mil pesos por el daño físico y moral que sufrió un operario que perdió las funciones de su dedo meñique derecho en un accidente de trabajo.
La condena la impuso el juez en lo Civil y Comercial Jorge Serra, quien desestimó la demanda contra un cirujano y redujo la pretensión del demandante, que reclamaba 200 mil pesos por los daños alegados.
La causa se originó el 24 de julio de 2000, cuando a N.R., quien se desempeñaba en los medios de elevación de la empresa Robles Catedral ayudando a descender a los pasajeros, le quedó aprisionado el dedo meñique de su mano derecha entre las tablas de esquí que portaba un turista y la aerosilla.
El operario estaba afiliado a la ART Liberty y concurrió al sanatorio San Carlos, donde lo atendió Agustín Penas, quien le diagnosticó esguince y le entablilló el dedo. Veinte días después le retiraron el entablillado, pero el dedo continuó doblado, en forma antinatural. Después lo atendió Tomás Trápani, quien le dijo que debían operarlo, pero pese a la intervención el dedo continuó doblado, le dieron el alta y la ART no reabrió su caso.
El accidentado efectuó la demanda contra los mencionados profesionales, el sanatorio y la ART, patrocinado por los abogados Alberto Altschuller y Alicia Sisko, y los letrados de los demandados impugnaron la suma demandada, negaron mala praxis, e incluso el representante de seguros San Cristóbal declinó la cobertura, aduciendo que la suma asegurada se hallaba comprometida en otras causas.
El juez Serra apoyó su fallo en las pericias que aportaron el médico Julio Dvoskin y el forense Didier Le Chevalier de la Sauzaye. El primero criticó la técnica utilizada por Penas y opinó que la inmovilización realizada no fue suficiente en tiempo y forma. El forense, en cambio, entendió que las técnicas utilizadas fueron adecuadas, pero criticó que le hayan dado el alta en forma prematura. Dvoskin consideró que el operario sufre una incapacidad permanente del 5%, y Le Chevalier en un 2%.
El juez fijó en cinco mil pesos la indemnización por el daño físico efectivo sufrido por N.R., y en diez mil pesos el daño moral.