El gobernador de Jujuy, Walter Barrionuevo, dijo ayer que en el desalojo en el municipio de La Quiaca "no hubo represión", sino algunos forcejeos, y confirmó que transmitió a las autoridades nacionales "todos los pedidos" de los manifestantes que reclaman más planes sociales.
El mandatario afirmó que tomó contactó "con autoridades nacionales" para informar sobre la situación de conflicto de La Quiaca y aseguró que "se han transmitido todos los pedidos" de los manifestantes.
En ese marco, fuentes gubernamentales dijeron que la solución al conflicto quiaquense "pasa por decisiones que ellos (los funcionarios nacionales) puedan tomar".
Barrionuevo sostuvo que "la situación en ciudad fronteriza está controlada". "Hay un juez (Jorge Álvarez Prado) que está actuando y que ha impartido una orden dentro del marco legal para que se desalojara esta mañana el edificio de la Municipalidad, que había sido ocupado por los manifestantes", indicó.
Además, precisó que según le informó el ministro de Gobierno y Justicia, Julio Costas, el intendente de La Quiaca, Daniel Suárez, hizo una denuncia ante la justicia y el juez actuante dispuso el desalojo del inmueble. "No hubo represión sino que se dio una circunstancia lógica de forcejeos", acotó.