LA PLATA (Télam).- La Justicia penal de San Isidro rechazó ayer los pedidos de agotamiento de la pena y de libertad condicional en favor de Carlos Robledo Puch, preso desde 1972 y condenado en 1980 a reclusión perpetua por 11 homicidios, 17 robos, una violación y 2 raptos.
La medida la adoptó al juez Duilio Alberto Cámpora quien rechazó los pedidos efectuados por la defensora oficial y ordenó que se profundicen los estudios psicológicos y psiquiátricos del múltiple homicida y que se evalúe la posibilidad de darle trabajo fuera de la prisión.
En la resolución, el magistrado rechazó el pedido de agotamiento de pena por considerar que la prisión perpetua "no tiene una fecha de agotamiento propia en la legislación de fondo sino que se lo establece en función de la libertad condicional que requiere como plazo 25 años de cumplimiento".
A pesar que Robledo Puch cuenta con ese requisito debido a que lleva en prisión 36 años, el juez le denegó la libertad condicional por considerar que no cumple con lo requerido en el Código Penal, en cuanto a la conducta en el interior de la cárcel.
Según Cámpora, los informes sobre Robledo Puch revelan "una nula capacitación educacional con incidencia en el plano laboral pues ha impedido su especialización para trabajar".
"Ello se advierte del desinterés del interno que puede evidenciarse en la circunstancia de no haber continuado con ninguna actividad escolar o educativa, no obstante una potencialidad intelectual estimada como superior a la media de la población carcelaria, pudiendo hacerlo, ya que tiene estudios secundarios incompletos", detalló.
Además consignó que "tampoco desarrolló oficio alguno pues admitió que nunca trabajó antes de su detención habiéndose dedicado a robar, habiendo limitado su prestación en la unidad carcelaria a las tareas de mayor sencillez como las de mantenimiento, que no son demostrativas de una aptitud para el trabajo".