Ramón Díaz se fue de San Lorenzo al anunciarle hoy al plantel que dejaba de ser el entrenador del club, cuya dirigencia ya quedó con el camino libre para la contratación de un nuevo técnico. Esa gestión comenzará de inmediato entre los dirigentes encabezados por el presidente Rafael Savino, en momentos en que Miguel Russo y José Pekerman llevan la delantera entre los postulantes (ver aparte).
Díaz llegó solo en su automóvil a la Ciudad Deportiva, estuvo un rato en el vestuario, donde saludó al plantel, y dejó a sus colaboradores a cargo del entrenamiento, que estaba pactado para las 10. A las 10:35 Ramón salió, también solitario, en su automóvil. Más allá del saludo al plantel, no hubo tiempo para discursos. Recién el lunes a última hora Díaz le había confirmado a Savino que iría al club sólo a despedirse.
Los jugadores, entre ellos el arquero Agustín Orión, Andrés D'Alessandro y Adrián González, blanquearon en las últimas horas las rispideces que surgieron entre parte del plantel y el entrenador, y ayer se llamaron a silencio cuando salían en los lujosos autos del predio que se levanta en el humilde barrio del sur porteño.
El único que salió a hablar de la dirigencia mientras duró la corta práctica, ayer más una formalidad de presencia que de trabajo en sí, fue el manager del club, Jorge Berrio. Fue el hombre encargado de contar lo que pasó en el vestuario: "Ramón saludó al plantel y quedaron los profes trabajando con Sebastián Rambert (el ayudante de campo) para dejarle las puertas abiertas a San Lorenzo". Las "puertas abiertas" significa que los dirigentes tendrán las manos libres para debatir y luego negociar para contratar un nuevo entrenador.
La eliminación de la Copa Libertadores ante la Liga de Quito no sólo tiró abajo la ilusión de ganarla por primera vez, algo que ansía con las vísceras la gente de San Lorenzo, sino también que emergieron las disputas internas entre plantel y técnico. Ramón ya no estará más en San Lorenzo. Se fue un mes antes del gran día. Ese que todos esperaban celebrar a lo grande. Pero el 2 de julio, el día de la final copera, no será de fiesta azulgrana y Ramón, el de la fórmula infalible, estará muy lejos de Boedo.