BUENOS AIRES, (Télam).- La actriz Mabel Manzotti, de larga y fructífera trayectoria teatral, incursiona por primera vez en el mundo de la telenovela integrando el elenco de "Vidas robadas", la tira que Telefé emite de lunes a jueves, protagonizada por Soledad Silveira y Facundo Arana.
"Mi personaje da un poco de respiro a un tema tan denso como es el secuestro de jóvenes para la prostitución", explicó la actriz.
Manzotti definió a su personaje como "a una madre muy sobreprotectora, que tiene un hijo que es fiscal (a cargo de Carlos Portaluppi). Para que él se recibiera de abogado, estudiaron juntos -detalló entre sonrisas-, ella lo ayudaba, se quedaba con él y le tomaba lo que había estudiado". Como resultado, de tanto tomarle la lección al hijo, va aprendiendo gran cantidad de cosas y lo que no sabe lo pregunta. Además actúa como cadete de su hijo. "Son tan pobres que no tienen ni fax -comentó-, tiene que ir al locutorio y él usa siempre un móvil porque lo paga la fiscalía. Todos los contactos que él hace son así".
El hijo es muy mal hablado y ella se enoja hasta que llega un día en que también ella se contagia y dice alguna que otra palabra subida de tono pero no tan fuerte.
Esta primera experiencia en una telenovela la muestra realmente entusiasmada y en esa sensación parece importar el vínculo que estableció con Portaluppi. "Lo que pasa es que casi todas las escenas las tengo con Carlos -explicó-. No nos conocíamos pero apenas nos miramos fue como si nos conociéramos de toda la vida. Es tan dúctil, tan inteligente, que da gusto trabajar con él".
"Por ahí él me dice 'qué te parece si llevamos la escena para este lado' y yo le digo '¿y si la llevamos para este otro lado?' y probamos. Así se armó una relación", describió la intérprete de extensa labor en comedias musicales ("Paren el mundo me quiero bajar" y "Los fantásticos") y unipersonales.
Lo valioso de la actuación de Manzotti es que lo que sale en la pantalla es la relación, el vínculo que se estableció entre esos dos personajes.
"Yo tenía mucho miedo -confesó la actriz- por el ritmo de trabajo que normalmente exige una tira, pero resultó ser bastante tranquilo. Creí que no iba a poder pero ahora puedo, me gusta el contacto con los compañeros".
"Esto me entusiasma -insistió- porque me gusta ver cómo van creciendo María Fiorentino y Solita. Además mi personaje es muy agradecido, muy fácil de hacer, la gente lo quiere mucho y yo lo estoy disfrutando".