" El 3 de junio de 1908. El próximo martes se cumple el centenario del atentado contra la vida del maestro de Cholila Vicente Calderón ejecutado por los policías del territorio del Chubut Diego Batilana y José Ayala, con la complicidad del comisario Cejas. Como se narró en notas precedentes de esta serie, Calderón sobrevivió al balazo a la cabeza que lo hirió de gravedad (se lo abandonó creyéndolo muerto), pero no tuvo igual suerte su peón Asunción Mayorga, que murió acuchillado. También quedó establecido que fue un crimen por encargue, ya que una denuncia de Calderón terminó en la anulación de la venta a la chilena Sociedad Agrícola Ganadera Cochamó, de buena parte del valle de Cholila cuyo titular era el terrateniente Florencio Martínez de Hoz (había "ubicado" allí las 25 leguas indeterminadas que le vendió Francisco P. Moreno).
" Repaso de una vida. En 1975, quien esto escribe, entrevistó en su casa de Esquel a Ernestina Calderón de Ocampo, hija del maestro que -casado con Elena Pugh- criaron seis hijos. La entrevistada trazó una nostálgica semblanza. "Apenas llegó a Cholila, mi padre se dio cuenta que la compañía chilena Cochamó había adquirido en lugar limítrofe cuando apenas se habían colocado los hitos en el diferendo con Chile, por eso gestionó incansablemente con un señor Bonansea antes las autoridades territoriales y vieron al mismísimo gobernador Lezana (Julio B.) y de esa manera la venta se canceló. Vinieron las represalias -continuó Ernestina-, a Bonansea lo asesinaron y a papá lo balearon, pero sobrevivió".
" Quién levantó la escuela de Cholila. "Siempre se dice que fue mi padre quien levantó la escuela de Cholila con sus propias manos -aclaró Ernestina Calderón- pero no fue así. El laborioso lugareño que con el concurso de otros pobladores hizo aquel trabajo voluntario fue don Martín Echeritobehere".
" Perfil de Calderón. Este riojano nacido el 16 de noviembre de 1876, recibido de maestro en 1893 en su provincia y de profesor en 1898 en el colegio porteño Mariano Acosta, fue el primer maestro argentino en la colonia galesa. En Gaiman de 1899 a 1904, en Cholila de 1905 a 1908. Después del atentado, fue maestro hasta 1912 en la colonia aborigen Nahuel Pan. Volvió a la escuela de Cholila y enseñó hasta 1917 en que fue nombrado inspector seccional de Esquel cuando el distrito abarcaba el oeste del Chubut y parte del sudoeste de Río Negro. En esas funciones permaneció hasta su jubilación, acordada el 31 de marzo de 1927. Vivió 20 años más en su casa de Cholila, de paredes de piedra y techo de paja con su familia, su esposa Elena Pugh y siete hijos. Otra semblanza de la personalidad de Calderón la registró quien esto escribe en Buenos Aires -33 años atrás- de boca de Elena Calderón de Jobanovski, hija menor del maestro. Heredera del nombre de su madre -Elena (Pugh)- y de la vocación de su padre (maestra de 7° grado de la escuela N° 54 de Esquel), recordó a su padre tiernamente. "Era un hombre muy serio. Yo era una chiquilina y él un hombre casi viejo. Lo recuerdo junto a su escritorio, siempre estudiando, allá en nuestra casa de Cholila. Le gustaba levantarse temprano, ensillar un caballo y salir a trotecito a recorrer 'su' valle", evocó Elena a su paso por la Capital Federal.
" Mate amargo hasta el final. Familia, amigos y vecinos de Calderón lo sabían de costumbres magras. El mate amargo, la comida sencilla, y asado como mejor agasajo. "Nunca había estado enfermo hasta que el corazón empezó a flaquearle. Entonces sufrió mucho, tenía 75 años", lamentó Elena. En 1945 lo conoció el educador Juan Isidro Tamburini, que lo evocó en su libro "Héroes ignorados". En 1947 Calderón entregó sus memorias al periodista Luis Feldman Josín, pero fue Tamburini quien reconstruyó la penuria final en mayo de 1948. Fue llevado a un sanatorio de Esquel y luego -animado y de buen humor- viajó en auto para tomar el tren a Constitución y conseguir tratamiento en Buenos Aires. Pero tras el pernocte en Jacobacci, el sueño lo embarcó -el 3 de junio de hace 100 años- en el descanso definitivo.
FRANCISCO N. JUÁREZ
fnjuarez@sion.com