Sábado 31 de Mayo de 2008 Edicion impresa pag. 02 y 03 > Nacionales
ANALISIS: Provocación

Es evidente que Néstor Kichner está llevando su ofensiva anti-campo a extremos asfixiantes. Y sumamente contradictorios.

La Prefectura bajo el mando del gobierno detuvo a productores que cortaban la ruta y al presidente de una entidad rural en una localidad fuertemente agraria, como San Pedro. No sólo eso. Un fiscal imputó a los presidentes de la Federación Agraria Argentina, Eduardo Buzzi, y de Confederaciones Rurales Argentinas, Mario Llambías; al intendente de San Pedro, Mario Barbieri, y a las dirigentes María del Carmen Alarcón y Margarita Stolbizer.

Repentinamente, la gestión Kirchner ha cambiado su forma de actuar tradicional. Ahora "acata" cuando la Justicia ordena apresar a quienes cortan rutas. ¿Es lo que ocurriría en un país normal? Por supuesto, pero ocurre que la gestión Kirchner fue la que institucionalizó el piqueterismo, con sus perfiles intolerantes incluidos: ha alentado y hoy consiente cortes de ruta como el eterno bloqueo en las fronteras uruguayas contra las pasteras, llegó a incorporar piqueteros como funcionarios del Estado y los ha regado de dinero, y hoy el esposo de la presidenta mantiene a dos exponentes como su principal fuerza de choque: Luis D'Elía -el del estilo matonesco que ocupó una comisaría y jamás fue condenado por ello- y Hugo Moyano -el que no trepida en cortar accesos de propiedades privadas con sus camiones para presionar por sueldos o mayor cosecha de afiliados-.

La contradicción de Kirchner tiene la fragancia del oportunismo. Tolera piquetes por ideología pura. Ordena reprimirlos por la misma razón.

Empezó la etapa más cruenta del kirchnerismo contra un campo que ha declarado enemigo. "Néstor quiere ver sangre", había vaticinado Elisa Carrió. "Quiero verlos de rodillas", dijo el propio ex presidente.

Provocación pura, que comenzó interrumpiendo el diálogo con los rurales, luego imponiendo medidas sobre las retenciones por cuenta propia, seguirá con mayores aprietes a gobernadores para minar sus convicciones y subordinarlas a la billetera del gobierno, y ahora esta ofensiva contra productores y opositores. Nada bueno presagian estas horas del país.

 

ÍTALO PISANI

ipisani@rionegro.com.ar

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