BUENOS AIRES (DyN).- A casi ocho meses del escándalo de la valija con los 800.000 dólares, la Fiscalía reclamó ayer formalmente la captura de los venezolanos Diego y Daniel Uzcátegui.

El pedido se formalizó ante el juez Daniel Petrone que, mientras analiza el pedido, decidió tomar el control de la causa tras rechazar la recusación de la representante del Ministerio Público.

La fiscal María Luz Rivas Diez, que desde el 4 de agosto pasado tenía en sus manos la investigación, reclamó ayer oficialmente la captura internacional del ex vicepresidente de la filial local de la petrolera estatal venezolana PDVSA y de su hijo, Diego y Daniel Uzcátegui, luego de que faltaran por cuarta vez consecutiva a la indagatoria para interrogarlos como sospechosos de contrabando agravado.

Así, Rivas Diez renovó las sospechas sobre los Uzcátegui en un escrito en el que, además, se opuso a los cuestionamientos planteados por la defensa de los venezolanos por el llamado a indagatoria.

Rivas Diez, como promotora de la investigación, también había solicitado la indagatoria de Claudio Uberti, el ex titular del OCCOVI sospechado de haber sido el funcionario que habilitó a los Uzcátegui, otros directivos de PDVSA y Guido Antonini Wilson, el presunto dueño de la valija. Ese trámite, postergado hasta la llegada de los Uzcátegui, fue impugnado por la defensa de Uberti, que reclamó el apartamiento de la fiscal, al denunciar que no se le permitió acceder a información de la causa.

El juez Petrone, quien asumió recientemente el juzgado en lo penal económico 2, resolvió ayer finalmente rechazar la recusación de la fiscal, pero -al mismo tiempo- decidió quedar al frente de la instrucción de la causa que, desde el principio, estaba delegada en la Fiscalía.

Fue una decisión salomónica: mientras la fiscalía ponderó el rechazo de la recusación, la defensa de Uberti hizo hincapié en que, a partir de ahora, el Ministerio Público tendrá los mismos atributos que la defensa en el acceso al expediente.

La virtual indagatoria de Uberti estaba supeditada a la declaración que prestaran en la Justicia los Uzcátegui, quienes -sin embargo- no se presentaron para explicar qué ocurrió el 4 de agosto del 2007, cuando -en vísperas de la visita al país del presidente venezolano, Hugo Chávez- viajaron a Buenos Aires en un avión oficial destinado para el arribo de Uberti, su secretaria Victoria Bereziuk y el titular de la empresa de energía estatal argentina ENARSA Exequiel Espinosa. Según se investiga, Uzcátegui padre habría pedido a Uberti que lo llevaran en el avión junto a tres ejecutivos de PDVSA, su hijo de 19 años, Antonini Wilson y su valija.