BUENOS AIRES (ABA) . - La compra de soja argentina de parte del mercado chino corre un "serio peligro" si no se soluciona en los próximos días el conflicto entre el gobierno nacional y el campo.
"En junio empiezan los embarques importantes de soja y como la mayoría de las exportadoras son multinacionales, de no poder hacerlos por el puerto de Rosario optarían por sacar la mercadería por Brasil (puerto de Santos) o los Estados Unidos (del lado del Pacífico)", señaló Ernesto Fernández Taboada, director ejecutivo de la Cámara de la Producción, Industria y Comercio Argentino-China.
La Argentina exporta hacia China 16 millones de toneladas de poroto de soja por año (la mitad para materias primas y el otro 50 % destinado a aceite de soja), además de aceite de girasol. Es decir, el país asiático es de enorme relevancia para los productores argentinos.
Por estas horas los piquetes en la ruta impiden el acceso de los camiones con productos agrícolas a los puertos argentinos por lo que hay mucha soja en silos esperando que se resuelva la situación para enviar la mercadería; mientras, el fisco se priva de lo que podría recaudar en concepto de retenciones.
"Es muy preocupante todo esto, esperamos que se llegue pronto a un acuerdo entre el gobierno y el campo", indicó Taboada.
El dirigente expresó que "si no se soluciona el tema, las terminales que exportan no van a tener productos para los barcos", y aunque el impacto no sería inmediato -dado que China cuenta con reservas estratégicas-, a la vez "los chinos son previsores y miran constantemente el mercado internacional".
Es decir, el perjuicio recaería sobre las empresas privadas que tienen un contrato particular con los compradores chinos. "Hay que ver que penalidades hay puestas en esos convenios", puntualizó Fernández Taboada.
La exportación de soja es un negocio muy complejo en el que hay que tener un depósito y un complejo manejo financiero (hasta es necesario contar con una entidad bancaria cerca del desembarco). La mercadería se acumula, se embarca y se lleva a China -con todos los pagos por adelantado- donde se inspecciona y recién después se da la orden de pago.
Por ello, denuncian desde el sector que el incumplimiento de los acuerdos, ponen a quienes participan del negocio sojero en nuestro país en una situación difícil de remontar.