VIEDMA (AV)- Uno de los sectores privados de la Manzana Histórica Salesiana comenzó ayer a transitar el rumbo hacia su incorporación al patrimonio público municipal. Durante una sesión especial quedó aprobada por unanimidad en el Concejo Deliberante la ordenanza por la que se solicita su expropiación a la Legislatura rionegrina.

El jefe de la bancada radical, Alejandro Arizcuren, justificó esa decisión tomando en cuenta que una audiencia pública se pronunció en ese sentido y que, paralelamente, el intendente Jorge Ferreira "redobló el compromiso de trabajar en la recuperación de la identidad ciudadana revalorizando y conservando los edificios históricos".

Puso como ejemplo que junto con esto y el reciclado del edificio de la antigua Escuela N° 2 "estamos dando muestras claras de lo que se está haciendo en ese sentido".

Previamente, los ediles modificaron un dato catastral que había sido utilizado por el actual propietario, el abogado Tomás Rébora, para pedir la anulación de la consulta pública. La presidenta del cuerpo, Hilda Schlitter, anunció el rechazo de la solicitud señalando que cuando se trató el tema en el ámbito comunitario se deslizó un error en la documentación que luego fue subsanada.

La semana pasada, el propietario demandó al municipio que alquila el sector a expropiar impulsando el desalojo de las instalaciones. Denunció los reiterados incumplimientos en que a su criterio incurrió la administración Ferreira.

Según su propietario, el abogado Tomás Rébora, la municipalidad debió entregar el inmueble el 11 de abril al no hacer uso de la prórroga que le permitía seguir ocupándolo.

En el edificio ubicado en pleno centro funcionan en otras alas la biblioteca Mitre, los museos del Agua, de Carlos Gardel y Cardenal Cagliero. Estos surgieron como iniciativa de la Comisión del Bicentenario que recibió en comodato una serie de lugares en las plantas baja y alta.

La puja con el propietario tuvo su origen cuando éste se opuso que Ferreira ceda un espacio a fin de que allí pueda desplegar sus actividades el Consulado Patagónico de Bolivia.

El edificio ubicado en pleno centro de la ciudad llegó a manos privadas luego de que la Iglesia Católica decidió desprenderse de él vendiendo una parte a varios inversores locales. En el mismo sector a expropiar aún hay una edificación que mantiene esa condición locataria.

Fue construído por la Obra Salesiana de Don Bosco en 1897. Fue sede del primer obispado y allí estudió el Beato Ceferino Namuncurá. Sus paredes resistieron a la grave inundación de 1899 y fue sede transitoria del entonces gobierno del Territorio Nacional de la Patagonia.

Funcionaron allí un asilo de menores, una escuela de oficios y en los últimos tiempos el área primaria del Colegio San Francisco de Sales.

La municipalidad tiene en la actualidad oficinas municipales y además asignó un aula para el asentamiento transitorio de la Universidad Nacional de Río Negro.