SAN CARLOS DE BARILOCHE.- El juez de Instrucción Martín Lozada sobreseyó a una mujer de 28 años que había sido imputada por la muerte de su hijo de 10 meses por severas quemaduras con agua caliente, en Jacobacci.
La instrucción se inició el 17 de noviembre pasado cuando ingresó al hospital de Jacobacci un bebé sin vida como consecuencia de quemaduras externas e internas tipo "A" y "B", producidas sobre el 100% de la superficie corporal, según señaló la agencia de noticias ADN.
Durante la investigación se determinó que la madre dejó al niño junto a un hermanito de dos años en el interior de la vivienda por unos instantes, cuando el niño mayor abrió la canilla de agua caliente y llenó una bañadera plástica donde se encontraba el bebé.
El recipiente se llenó de agua muy caliente y provocó la quemadura total de bebé de 10 meses, lo que derivó en su muerte.
El juez analizó si existió dolo por parte de la progenitora que dejó a sus hijos solos y que terminó de manera accidental con la muerte de uno de ellos.
Para el juez, una pena puede no ser cruel en abstracto, o sea, en consideración a lo que sucede en la generalidad de los casos, pero resultar cruel en concreto, referida a la persona y a sus particulares circunstancias.
"Castigo natural"
La mujer sufrió un "grave castigo natural" con la pérdida de su hijo por lo que para el magistrado era conveniente "prescindir de la pena" debido a que existió un accionar imprudente del autor que fue compensado por las graves consecuencias del hecho que para él mismo tiene efectos similares a ella.
Por último, a criterio del juez, un eventual castigo lesionaría seriamente el principio de humanidad y extremaría la irracionalidad del poder punitivo, llevando hasta el máximo la evidencia de su inutilidad.