Martes 27 de Mayo de 2008 Edicion impresa pag. 33 > Sociedad
Un policía murió tras chocar una alcantarilla
Perdió el control del auto que conducía. Una joven y su hija pequeña están graves.

LAMARQUE (AVM).- Las rutas de la región se volvieron a teñir de tragedia ayer al mediodía, cuando un oficial de la Policía rionegrina murió y sus dos acompañantes resultaron con heridas graves en un terrible accidente que protagonizaron en el vehículo en que se trasladaban hacia Lamarque. El hecho se produjo a la altura del kilómetro 279 de la ruta nacional 250, en el tramo que une esa localidad con Beltrán, a escasos 500 metros de la rotonda de de acceso a esta última ciudad.

Por causas que se tratan de establecer, el Volkswagen Pointer en el que viajaban Jorge Raúl Fernández, de 38 años y conductor del rodado; Diana Zunzunegui, de 20 y Maite, de cuatro años; impactó contra una alcantarilla ubicada a la vera de la carretera y se destrozó.

En la descontrolada carrera del vehículo, Fernández salió despedido del habitáculo y murió en el acto. El hombre, oficial principal de la Policía, prestaba servicios en la unidad 17 de Lamarque y justamente viajaba hacia allí.

Junto a él iban Diana, hija de la actual mujer de Fernández, y Maite su hija natural. Ambas resultaron con lesiones de gravedad y fueron llevadas de manera urgente al hospital zonal de Choele Choel para ser atendidas y al menos una de ellas -no se informó cuál- debía ser derivada ayer por la tarde hacia el Alto Valle. Aunque ninguna de ellas estaría en peligro, por como quedó el vehículo ambas salvaron sus vidas de milagro.

 

Se cruzó de carril

 

Las primeras conclusiones de los investigadores en el lugar del accidente, sostienen que el vehículo primero se cruzó de carril, y luego, al salir a la banquina, impactó frontalmente con la alcantarilla. Una de las teorías más firmes es que Fernández intentó pasar a otro rodado pero no se percató que en sentido contrario venía circulando otro vehículo, por lo que se habría visto obligado a tirarse a la banquina con las consecuencias posteriores. Otra posibilidad es que pudo haber mordido la banquina de su lado, y al intentar retomar la ruta, perdió el control del Pointer.

Los investigadores afirman que lo que sí queda claro, por como quedó el automóvil con su techo abierto como si le hubiesen pasado una enorme cuchilla, es que el conductor conducía a muy alta velocidad, lo que le quitó capacidad de maniobra y además provocó que los daños fuesen impresionantes.

Ayer, al cierre de esta edición, gran parte de los oficiales de las unidades policiales de la zona y de la Jefatura se daban cita en Lamarque para rendir el último adiós a Fernández.

Tras el accidente, el tránsito en el lugar se vio interrumpido por un lapso de tiempo considerable, dado que se realizaban las pericias para determinar las causas del fatal accidente.

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