NEUQUÉN (AN).-La rama más dura de los auxiliares de servicio, los representados por el gremio estatal ATE, volvió ayer a las medidas de fuerza.

Según informaron fuentes del sindicato, el nuevo plan de lucha surgió porque la provincia no habría sistematizado el aumento acordado el 6 de mayo pasado, en la liquidación salarial que el personal recibirá a principios del mes próximo.

En este contexto, ayer hubo asambleas en toda la provincia, y el gremio aprobó comenzar con las huelgas en los establecimientos educativos, que quedarán afectados por falta de personal de mantenimiento. Los auxiliares que en esta capital se reunieron en el Consejo de Educación, además reclaman que el ministerio de Trabajo convoque a una paritaria sectorial, para discutir un convenio laboral propio. Aseguran que este espacio había sido asegurado por el gobierno, cuando ambas partes llegaron a un acuerdo tras una semana de paros que afectaron las clases.

Este grupo tiene en sus manos el funcionamiento de los establecimientos, porque se encarga de realizar la limpieza, entre otras funciones. Con un día que no se limpien los baños, alcanza para poner en peligro la higiene y la salud de los estudiantes.

"No tenemos noticias del decreto que autoriza el aumento, ni de la convocatoria a la paritaria", afirmó Andrea Severini, delegada sindical en el Consejo de Educación, quien subrayó además que la provincia se había comprometido a habilitar un ámbito para discutir la incorporación de 150 porteros a la planta estatal, algo de lo que en principio tampoco tienen certezas. Los porteros y administrativos del CPE conforman uno de los sectores beneficiados por los últimos aumentos. El incremento que les otorgaron asciende en promedio a un 25%. Pero ahora los trabajadores dicen que tuvieron conocimiento de que el viernes último, cuando cerró la liquidación de haberes en la provincia, la variación "no había sido cargada" en los sistemas informáticos que autorizan los depósitos en los bancos donde cobran sus sueldos.