NÁPOLES (DPA) - La policía de Italia asestó ayer uno de los golpes más duros de los últimos tiempos a la "Camorra" napolitana, en una una amplia redada, donde detuvo ayer a 53 presuntos mafiosos pertenecientes al clan de los Casalesi, liderado por uno de los fugitivos más buscados del país.

Además, se confiscaron bienes de la mafia por valor de unos 80 millones de euros (unos 126 millones de dólares) que presuntamente proceden de la extorsión y el tráfico de influencias.

La acción estuvo dirigida contra el clan de los Casalesi, que está liderado por el prófugo Antonio Iovine, considerado uno de los jefes de la mafia más peligrosos de la región.

La policía arrestó en la madrugada entre otros a Giuseppe Iovine, hermano del "capo". "Sospechamos que muchos de ellos están involucrados en una serie de actividades criminales como tráfico de drogas, lavado de dinero, pero también en intentos de cometer fraude en las elecciones", dijo el jefe de los Carabinieri, Carmelo Burgio.

El viernes pasado los Carabinieri habían asestado un golpe contra la 'Ndrangheta calabresa, al detener a uno de sus principales jefes, Giuseppe Nirta.

Sobre los sospechosos pesan, entre otros, delitos de asociación mafiosa, extorsión, detención ilegal de armas y blanqueo de dinero. En su poder había distintas armas, como un fusil kalashnikov.

Negocios "legales"

Las ganancias obtenidas a través de estos negocios y otras actividades ilícitas eran redistribuidas en otro tipo de comercios entre los que figuran el alquiler de videojuegos o el negocio de las apuestas, según se desprende de las pesquisas policiales.

Además, los acusados habrían corrompido a responsables de la administración pública para obtener permisos y concesiones en el ámbito de los servicios públicos.

Este tráfico de influencias supuestamente trató de comprar votos para determinados candidatos afines al clan atacado hoy, con motivo de las elecciones provinciales de 2004.