| WASHINGTON (DPA) - La sonda espacial estadounidense "Phoenix" tocó suelo ayer en Marte tras un viaje de casi diez meses y un recorrido de 680 millones de kilómetros, en lo que era considerado una peligrosa maniobra. Según la NASA, la sonda se posó exitosamente en el polo norte de Marte a las 23:38 (20 de Argentina) de ayer. Quince minutos después, el centro espacial de Pasadena, California, comenzó a recibir las primeras señales desde Marte, planeta ubicado a 275 millones de kilómetros de la Tierra. El objetivo del proyecto -cuyo costo total es de aproximadamente 420 millones de dólares- es buscar rastros de vida en el helado polo norte del planeta rojo durante los tres próximos meses. A través de un brazo robótico se harán excavaciones y se analizarán muestras de laboratorio en busca de presencia de agua. El éxito logrado en esta etapa de la misión generó fuerte júbilo entre los colaboradores de la agencia espacial estadounidense. Sin contar la sonda "Phoenix", sólo cinco de los cerca de una docena de intentos internacionales habían tenido hasta ahora buen resultado. Según los cálculos, el módulo de aterrizaje, de 410 kilogramos, debía entrar a una velocidad de 20.000 kilómetros por hora en la atmósfera de Marte y después emprender una serie de difíciles maniobras, para finalmente apoyarse sobre la superficie de forma suave. | |