SALTA- La presidenta Cristina Fernández pidió dejar de lado "intereses sectoriales e individuales" y, aunque evitó referirse al conflicto con el campo por las retenciones, remarcó que "los productores han vuelto a tener rentabilidades como nunca en la historia se habían conocido".
En un discurso de 14 minutos, pronunciado en Salta en el marco de las celebraciones por el 198 aniversario de la Revolución de Mayo, la presidenta convocó a la ciudadanía a participar de la "gesta del bicentenario para seguir con la construcción de un país con inclusión social y redistribución del ingreso".
Mientras en Rosario la dirigencia agropecuaria realizaba su acto en rechazo a la política oficial para el sector, el oficialismo movilizó al gabinete de ministros, a gobernadores kirchneristas y a militantes sociales, en un intento de medir fuerzas con el agro (ver págs. 2/3).
Los organizadores del acto afirmaron que fueron 150 mil los participantes, en un claro intento por minimizar las diferencias con la multitud reunida por los ruralistas en Rosario, aunque la policía local y otras fuentes desbarataron esa intención al informar cifras mucho menores. La medición policial arrojó sólo 45 mil manifestantes y los encargados del operativo de emergencias, elevaron esa cantidad a 60 mil.
La presidenta afirmó: "Hoy tenemos los argentinos la suerte de que los trabajadores han vuelto a tener trabajo y salario, los empresarios han vuelto a tener rentabilidad y los productores han vuelto a ver el horizonte, a tener rentabilidades como nunca en la historia se habían conocido".
"Es por el esfuerzo de todos los argentinos por un país mejor", señaló la jefa de Estado, quien, a diferencia de lo que había hecho días atrás en un acto en el Club Almagro, no llamó al diálogo a
los ruralistas para destrabar el conflicto por las retenciones móviles a las exportaciones.
"Con todo el orgullo de nuestra historia, quiero decirles que quiero ser algo más, quiero ser parte de la generación del Bicentenario, convocando a todos los que crean que es necesario seguir construyendo este país con inclusión social, con redistribución del ingreso", enfatizó.
En ese punto, dijo que "hay lugar para hombres y mujeres, estudiantes, trabajadores, intelectuales, empresarios, comerciantes, productores. El único requisito es querer a esta Argentina. La otra condición es que aprendamos que antes que el sector y nuestra propia individualidad están los intereses del país y de la patria", observó.
Enfundada en un vestido rojo punzó y un saco negro de raso, la presidenta justificó el traslado del tradicional Tedéum a Salta: "Quisimos hacerlo aquí al pie del monumento de Martín Miguel de Güemes, combatiente de la emancipación nacional, porque es símbolo de la historia de los que elegimos luchar por la liberación de la patria y la dignidad del pueblo".
"Siempre me he preguntado cómo se rinde homenaje a hombres como Güemes, como Belgrano, San Martín, Castelli y Mariano Moreno. Tal vez unos piensen que se les rinde homenaje cantando el himno y poniéndose la escarapela, pero yo creo que se les rinde homenaje construyendo un país diferente", dijo.
Las palabras que desgranaba la presidenta en Salta eran seguidas con atención en Rosario por cientos de miles de ruralistas, envueltos, justamente, en banderas argentinas y con escarapelas con los colores nacionales. "Los símbolos patrios fueron creados para la lucha por la liberación de la patria, por un país mejor", comparó.
Sobre el final de su discurso, y con un hilo de voz, la jefa de Estado dijo a la multitud: "En nombre de los que hicieron Mayo, y de todos los patriotas que murieron en la lucha por la defensa de la dignidad y de la patria, los convocamos a esta nueva
gesta del bicentenario. Entonces sí, además de cantar el himno y ponernos la escarapela, vamos a rendir homenaje en serio a esos hombres que junto al pueblo ingresaron en la historia". (DyN)