Domingo 25 de Mayo de 2008 Edicion impresa pag. 46 > Deportes
El Sub 23 pasó el examen, pero debe mejorar
Le faltó algo de fútbol y equilibrio, aunque ganó bien. Ezequiel Lavezzi fue el autor del único gol.

Los que esperaban una demostración de fútbol total, posiblemente se quedaron algo disconformes, porque en realidad la actuación del seleccionado Sub 23 era un nuevo examen para llegar afinado al debut ante Costa de Marfil (7 de agosto) en los Juegos Olímpicos de Beijing. Entonces, se podría decir que la prueba fue superada, porque venció al combinado de Cataluña por 1-0 (Lavezzi). Pero habrá que mejorar.

El conjunto de Batista está plagado de estrellas, pero le falta trabajo para ser un equipo compacto. Porque en realidad, una cosa es cuando ataca y otra cuando defiende. Ayer, en el Camp Nou, la mitad de la cancha se la dividieron entre Gago (de lo mejor) y Banega, y se hizo poco para marcar.

Claro, de mitad de cancha en adelante Messi, Agüero y Lavezzi fueron una constante preocupación, a pesar de que Gonzalo Higuaín estuvo ausente sin aviso.

Apenas un minuto tardaron en combinar la "Pulga" y el "Kun", pero al primero el balón se le fue largo. A los 3 el "Pipita" disparó desviado y sobre los 6 el que se lo perdió fue el yerno de Diego Maradona (el más joven y capitán), de cabeza.

Pero al ir todos y volver pocos, los catalanes tuvieron sus chances. A los 12 Luis García, que fue una pesadilla para Ansaldi, quedó mano a mano con Ustari pero le pegó con el diario y sobre los 31 se lo comió Lupo de Cabeza. Antes del descanso, a los 41, Valdes le atajó a puro reflejo un tiro en el área chica a Messi.

En el segundo tiempo, los catalanes salieron mejor y a los 5 Ustari tuvo que esforzarse al máximo ante un disparo de Verdú. Pero a partir de los 15, los criollos reaccionaron y reco

braron el control del juego, sobre todo de la mano de Messi y Agüero.

El único tanto del partido cayó a los 28. El "Kun" la armó por izquierda y se le cedió a Biglia, que le pegó muy mal pero afortunadamente en el trayecto del balón apareció Lavezzi para corregir y gritarlo con el alma.

De ahí hasta el final sólo quedó otra de Agüero y la sensación de que fue prueba superada.

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