SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El único centro de educación media con modalidad "científico-tecnológica" de Río Negro, el CEM 123, continúa dictando clases en condiciones precarias y con un "vaciamiento de contenido" que las autoridades educativas se niegan a reconocer.
Ante la impasividad y la falta de respuestas del Consejo Provincial de Educación, los docentes y directivos del establecimiento salieron a denunciar las serias dificultades y el "abandono" que enfrentan a diario.
El CEM 123 cuenta con más de 300 alumnos que cumplen doble jornada escolar sin recibir viandas ni refrigerio.
La vicedirectora Graciela Casado y las docentes Silvana Núñez y Karina Godio atribuyeron la situación al prejuicio que pesa sobre el establecimiento de ser un "colegio de elite" con alumnado de "clase media alta" y advirtieron que, por el contrario, cuentan con una población muy heterogénea.
"Tenemos muchos estudiantes del barrio Virgen Misionera y otros del alto que no tienen dinero para comprar comida y en los días de jornada completa pasan hasta diez horas sin comer", explicó Casado.
El edificio, ubicado en el cruce de Pioneros y la ruta a Catedral, se encuentra a medio construir por lo que carece de espacios vitales como: gimnasio, dos laboratorios, aula de informática y cocina, entre otras dependencias.
La falta de gimnasio constituye un doble problema ya que ese espacio estaba destinado a oficiar como comedor fuera de los horarios de clases y su ausencia condena a la mitad del alumnado a recibir clases teóricas de Educación Física.
A las falencias edilicias se suma la falta de equipamiento que supera largamente al resto de los establecimientos de educación media de la ciudad. "No tenemos los elementos básicos que tiene el resto de los CEM para trabajar en las distintas áreas, ni siquiera tenemos un teléfono fijo, lo que significa que no hay acceso a internet, una incongruencia en un CEM con modalidad científico-tecnológica", destacó Núñez.
La biblioteca está despoblada de libros, los laboratorios no tienen bancos y los estudiantes deben resistir hasta seis horas parados; materias tradicionales como plástica o música no cuentan con elementos de trabajo y el armado de los talleres dependen exclusivamente de la buena voluntad de los docentes. "Pretenden que vayamos a cumplir horario y mirarnos las caras con los chicos porque no tenemos nada", dijo Núñez.
La primera promoción de bachilleres con orientación científico-tecnológica que egresará el año próximo tuvo su primera experiencia en laboratorio en octubre de 2007. "Estos chicos no saben más ciencia que los chicos de otras modalidades y en muchos casos menos", aseguró Godio.
"Nuestro temor es terminar desalentando a aquellos estudiantes que llegaron al colegio con verdadera inquietud por las ciencias naturales", confió la vicedirectora.
A principio de mes el Superior Tribunal de Justicia rechazó la medida cautelar interpuesta por unos 170 padres del establecimiento para exigir al Estado provincial que garantice "el derecho a la educación" de sus hijos.
Los jueces Luis Lutz y Víctor Sodero Nievas entendieron que no se había agotado la vía administrativa para canalizar los reclamos a través de la justicia y advirtieron a los demandantes que esas "vías formales deben ser respetadas".