CHIMPAY (AVM).- En Chimpay, la tierra de la esperanza, los peores presagios se hicieron realidad cuando ayer pasadas las 17, un grupo de policías que participaba en la búsqueda de Sofía -la nena de 3 años que había desaparecido el miércoles por la noche- encontró su cadáver desnudo y enterrado en un pastizal a 200 metros de la Ruta Nacional 22. El lugar está cerca del acceso a un reconocida firma frutícola y a unos 15 kilómetros de la localidad. La niña no sólo fue degollada sino que se presume habría sido violada. El principal sospechoso del hecho es su padre.

El fiscal Miguel Ángel Flores se mostró conmovido por el caso y sostuvo que "la encontró uno de los grupos de rastrillaje a 200 metros de donde habíamos encontrado huellas de su padre". Flores dijo ayer cuando caía la tarde que "está muy escondida en una especie de cueva bajo una mata de yuyos y estamos sacándola con todo el cuidado necesario para no perder ninguna prueba".

Agregó que el autor del crimen "incendió las pertenencias de la nena. Primero se hallaron unos pedazos de ropa quemada y al seguir buscando, uno de los policías dio con el cuerpo desnudo. Por eso creemos que además de haber sido asesinada, puede haber sido víctima de abuso". El caso impactó hasta a los propios investigadores, y el fiscal reconoció que "estoy sin palabras".

Finalmente mencionó que rápidamente se ordenó el refuerzo de la seguridad de Carlos Antonio Juárez, de 24 años y padre de la nena, quien estaba internado en el hospital zonal de Choele Choel luego de haber intentado suicidarse el jueves a la madrugada, al regresar a su casa sin la pequeña Sofía. Anoche, el sospechoso fue dado de alta y se lo trasladó a la alcaidía de Choele. El lunes a la mañana está previsto que sea indagado por la jueza Marisa Bosco.

Oficialmente se mencionó que la nena fue degollada, ya que presentaba un tajo en la garganta para lo que habría usado un cuchillo, que al cierre de esta edición no había podido ser encontrado.

La terrible noticia, conmovedora e impactante, significó el peor final, el menos esperado para una historia que había comenzado el miércoles por la noche y cuyos indicios conducían casi irremediablemente a este desenlace.

Ayer por la mañana, al lugar había llegado la jueza Marisa Bosco a cargo de las tareas de investigación. Y si bien había muchos puntos que indicaban que Carlos Antonio Juárez podría haber ultimado a su hija, los investigadores mantenían un pequeño cúmulo de esperanza de que la nena aún estuviese con vida.

Por eso se trataba de determinar con qué personas la había supuestamente dejado, ya que en más de una oportunidad, tanto a su mujer como a los investigadores, les había mencionado que la pequeña estaba con una familia de conocidos de Regina.

En este plano se fue cerrando el círculo sobre las últimas horas que pasaron juntos Carlos Antonio y su hija Sofía, hasta reducir lo que había realizado el sospechoso en un lapso de dos horas.

Juárez salió de su casa cerca de las 19 del miércoles, y media hora después habría tomado un taxi. Alrededor de las 21:30, choferes de la empresa de colectivos Plaza lo vieron caminando a la vera de la Ruta Nacional 22 a la altura del establecimiento Expofrut. Cerca de allí se encontraron el jueves las huellas de las pisadas del hombre y ayer, a 200 metros campo adentro, se produjo el macabro hallazgo.

Cincuenta metros en dirección contraria, el hombre había acomodado las zapatillas, el pantalón, el pulóver y la campera de la nena, y las había prendido fuego aparentemente para ocultar los rastros de la menor.

Por otra parte, se indicó que en el sitio no se había encontrado sangre de la nena, por lo que se presume que puede haberla ultimado en otro lugar y llevarla para esconderla donde finalmente fue encontrada. Ayer no se había podido encontrar el sitio donde ocurrió el crimen4, aunque también se especuló que la lluvia que cayó copiosamente esa noche, puede haber lavado el lugar del crimen.

La noticia impactó a la comunidad. Sin embargo, ayer a primera hora de la mañana, había cierta cuota de desinterés en algunos vecinos. Aquellos que se interesaban por el caso señalaban que "sólo esperamos que pueda ser encontrada sana y salva. La pregunta que todos nos hacemos es ¿qué hizo con la nena?". A esa altura de la jornada, también circulaban otros interrogantes: ¿por qué el padre no quiere hablar? y ¿por qué intentó suicidarse?". Todas esas preguntas tuvieron una respuesta macabra cuando la policía dio con el cuerpo de la nena y chocó con la más terrible realidad.