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CONTEXTO: El lastre de las divisiones | ||
La Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), que "nació" en Brasilia, representa un nuevo intento de los países del subcontinente de superar las divisiones internas y avanzar en un proceso de integración que permita afianzar la región como un actor fuerte en el escenario internacional. No obstante, la cumbre dejó en claro, una vez más, los desafíos que debe superar la región para alcanzar una real integración política y económica. La tensión en las relaciones de Colombia con Ecuador y Venezuela volvió a contaminar el ambiente de la conferencia inaugurada por el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. "América del Sur, unida, moverá el tablero del poder en el mundo", sostuvo el mandatario brasileño, quien aseveró que "la inestabilidad que ven algunos en nuestro continente es señal de vida política". Pero las mismas dificultades en el proceso de creación de la Unasur revelan los desafíos que tiene por adelante el organismo. Colombia rehusó la invitación para asumir la presidencia "pro témpore" del mecanismo, que fue trasladada a Chile. Luego, el ex presidente de Ecuador, Rodrigo Borja, desistió de asumir el comando de la secretaria ejecutiva de Unasur. Además, Colombia formalizó su o posición al Consejo de Defensa de Sudamérica. La presidenta de Chile y del bloque, Michelle Bachelet, dijo: "queremos demostrar que América Latina es capaz de hablar con una voz firme y de construir una integración eficaz", pero advirtió que ello depende "de la real voluntad de los gobiernos de llegar a acuerdos sobre posiciones que permitan seguir avanzando". (DPA) | ||
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