CIPOLLETTI (AC).- Los alumnos del Centro de Enseñanza Media Nº 5 de esta ciudad no se quedaron con las ganas y preguntaron de todo. Botafogo también contestó sobre todo. Qué pensaba de la cumbia, su posición respecto de las drogas, si es necesario estudiar para ser músico fueron algunos de los temas que desgranó a lo largo de una charla que duró poco más de una hora y que terminó, como no podía ser de otra manera, con música.
Miguel "Botafogo" Vilanova, uno de los bluseros más representativos de su generación, estuvo ayer en Cipolletti a través del programa "Café Cultura Nación" que esta vez dejó de lado las mesas de los bares y se instaló en los bancos de las escuelas. Además de conversar con los alumnos del CEM 5, también lo hizo con los de la escuela nocturna Nº 74.
Para muchos de ellos fue la primera vez que se encontraban mano a mano con una figura de relevancia en el rock nacional y no perdieron la oportunidad de preguntar lo que tenían ganas. Y si bien pertenecen a una generación absolutamente diferente a la casi mítica de Botafogo (nació en 1956), no se dejaron amedrentar y demostraron que cuando quieren también pueden ser incisivos.
La experiencia que localmente fue organizada por el área de Artes Dramáticas y Literatura de la dirección de Cultura municipal, se realiza por primera vez en Cipolletti y servirá para abrir las puertas a otras actividades similares. "Vos en una entrevista dijiste que nunca habías consumido drogas ¿por qué ahora reconocés que sí?", lanzó uno aclarándole hasta la fecha de la publicación. Otra no se quedó atrás. "¿Por qué el rock discrimina a los cumbieros?". Por supuesto su relación con Pappo y sus inicios en la música no quedaron afuera.
Botafogo tampoco desaprovechó la oportunidad de estar frente a los adolescentes para decirles que estaba totalmente en contra de la droga y no por ser "puritano" -aclaró- sino porque compra conciencias. "Creo que es como un plan maquiavélico para dormir los cerebros . Que sólo estemos pendientes del programa de Tinelli y no sepamos, por ejemplo, de qué se trata la flexibilización laboral", fue la frase que utilizó para fijar su postura.
"¿Le gusta la cumbia?" le largó una flaquita. "Me cuesta, me cuesta... si la gente baila, está feliz y se ama está bien. Pero esto lo digo ahora con varios años encima", le contestó casi con un guiño.
"Pero yo vengo de una época en que todo el dinero estaba puesto en Palito Ortega o Leo Dan que después aparecieron tocando en un portaaviones de la Marina. Y había músicos a quienes nadie les daba bolilla", cerró.
Finalmente llegaron la música, los autógrafos y el fanatismo de los jóvenes. Durante casi media hora no le dieron respiro y Botafogo firmó cientos de papelitos y hasta la guitarra de uno de ellos.
