El volcán Chaitén empezó a largar lava y entró en una nueva fase eruptiva que haría bajar en el corto plazo la intensidad de su actividad, tres semanas después del inicio de la erupción que obligó a la evacuación del poblado de 4.000 habitantes ubicado a los pies del macizo.
Una evaluación de funcionarios del Servicio Nacional de Geología y Minería efectuada el jueves después de un viaje en avión sobre el volcán, reveló que apareció un nuevo domo por el cual sale lava y que, por lo tanto, entró en otra fase eruptiva.
La observación también permitió detectar dos explosiones que levantaron una columna de unos 7.000 metros.
Grietas y socavones comenzaron a formarse en la zona, que hasta ahora el gobierno no autoriza a repoblar, a la espera de decidir si finalmente se construye la urbanización en otro emplazamiento.
La actividad eruptiva fue acompañada además por un incremento de los sismos, sin que hasta ahora haya señales de que decaerá la emergencia en el volcán Chaitén, que estuvo inactivo 9.000 años.
Al mismo tiempo, el Chaitén continúa expeliendo gases y piedras incandescentes.
Diariamente se registran unos 50 temblores en la zona. El intendente (gobernador) de la región de Los Lagos, Sergio Galilea, informó respecto a la nueva fase eruptiva que ``tenemos una cantidad importante de magma viscoso, muy viscoso, material que se desplaza con bastante dificultad''.
Agregó que el material incandescente podría caer hacia el valle en que se encuentra Chaitén, aunque de hacerlo, sería en forma muy lenta.
Los casi 5.000 habitantes de ese poblado fueron evacuados al inicio de la erupción y se prohibió el ingreso en un radio de 30 kilómetros en torno al volcán. Chaitén se encuentra inundado por el desborde de un río y cubierto por una gruesa capa de cenizas.
Sus habitantes salieron apresuradamente del poblado en los primeros días de la erupción y fueron distribuidos en Puerto Montt y Chiloé. Además de Chaitén, gran parte de la población del poblado fronterizo de Futaleufú fue evacuado a zonas más seguras.
El gobierno instaló albergues y luego entregó una serie de beneficios, incluso bonos en dinero, para que los evacuados se instalen. También fueron sacadas unas 3.000 cabezas de ganado.
Llevada por los vientos, la enorme nube de cenizas del volcán cubrió una extensa zona de nuestro país, lo que forzó a la suspensión de un sinnúmero de vuelos. El jueves, Aerolíneas Argentinas informó que volvió a cancelar los vuelos procedentes o con destino a las ciudades de Bariloche y Esquel.
La aerolínea señaló que las cenizas "afectan seriamente el funcionamiento de las turbinas de las aeronaves por lo que operar en zonas con estas partículas en suspensión o superficie reviste una situación de riesgo". (AP, DPA, AFP)