ROCA (AR).- El reclamo de los trabajadores del Hospital Francisco López Lima ya lleva más de un mes sin respuestas por parte de las autoridades. Por eso, ayer los empleados se concentraron en el sector de la dirección del nosocomio para exigir explicaciones a su responsable. Hubo duros cruces de palabras entre la directora Rosario Villalba y los manifestantes, quienes además protagonizaron enfrentamientos internos que se dieron entre miembros de ATE y UPCN que pusieron de manifiesto sus diferencias respecto a las medidas de fuerza implementadas.
Frente a la falta de diálogo con los referentes principales de Salud, los hospitalarios anunciaron que podrían intensificar las medidas de protesta, mediante una ampliación de los horarios de retención.
Así lo adelantó Jorge Rivas, Secretario General de la seccional Alto Valle de ATE, quien cuestionó la postura de la ministra de Salud, Cristina Uría, que "dice que hay diálogo y jamás se reunió con los trabajadores para buscar soluciones a la problemática que el sector atraviesa", según dijo el gremialista.
Por eso, los empleados llevaron las demandas de la asamblea a la directora del nosocomio, quien protagonizó duros cruces verbales con algunos de los manifestantes, ya que esperaba que se la "informara por escrito respecto a la reunión".
No obstante, consiguieron el compromiso de Villalba de participar en la asamblea del próximo lunes. Allí, esperan mayores definiciones respecto a las mejoras solicitadas, que forman parte de "un reclamo histórico y que además quedaron plasmadas en el acta de buenos oficios firmada por el Consejo Local de Salud, cuyos integrantes reconocieron la crisis del hospital y ofrecieron ser intermediarios para destrabar el tema", recordó Rivas.
Mientras las posibles instancias de diálogo se dilatan, el nosocomio sigue parcialmente paralizado, las actividades programadas son postergadas y sólo se atienden las urgencias.
En el escenario actual no se avizora una pronta resolución al conflicto y los trabajadores aún no obtuvieron propuestas a sus pedidos de aumento de salarios acorde al costo de la canasta familiar y la eliminación del trabajo precarizado, entre otros puntos que vienen reclamando.
Pero el crítico cuadro también se extendió a varios de los trabajadores, quienes en las mismas puertas de la dirección increparon a una empleada -afiliada a UPCN.
