VIEDMA (AV).- El interventor de la UCR rionegrina, Juan Francisco Correa, profundizó contactos con el oficialismo provincial. El jueves lo recibió el vicegobernador Bautista Mendioroz, y el miércoles se reunió con el presidente del bloque oficialista, Daniel Sartor.
Sólo fueron muestras de acercamiento, pues Correa admitió que la normalización del partido radical en Río Negro será "entre diciembre y abril", reconociendo así la existencia de una prórroga para la intervención distrital, que vencerá en agosto.
Mendioroz -acompañado por el ex legislador Oscar Machado- recibió a Correa en su despacho, y Sartor se reunió con el interventor conjuntamente con el ex ministro Iván Lazzeri.
Esa apertura no es poca cosa, pues esa relación era impensada hace algunas semanas. Pero igual queda demasiado por delante.
Correa advirtió a sus interlocutores que no se puede hablar del análisis de las sanciones -por ahora, suspensión de afiliación- del gobernador Miguel Saiz y del senador Pablo Verani. Ocurre que esas situaciones están en una instancia superior, en alusión al Tribunal de Ética que analiza las actitudes del actual y el ex mandatario rionegrino en su alineamiento con la Concertación K.
Fuentes radicales afirmaron ayer que el Tribunal requirió al Comité Central que amplíen los argumentos de las sanciones. Otras adelantan que se diferenciarán las conductas y el ex gobernador -con los restantes candidatos de la Concertación- estará expuesto a los principales cuestionamientos. De todas maneras, el actual alineamiento político del gobernador -que ayer regresó de Estados Unidos- también conforma otro obstáculo. "La Concertación Plural representa lo que los argentinos están buscando", reivindicó Saiz en declaraciones reproducidas por medios nacionales. Es obvio que esa afirmación lejos está de la distancia que pretenden los orgánicos radicales para recomponer lazos.