Los rivales del Manchester deben prepararse, porque la relajación y el conformismo son palabras que parecen no formar parte del vocabulario del arquitecto del nuevo campeón de Europa: el insaciable Alex Ferguson.
Después de ganar 22 torneos con el MU, además de siete Community Shields, el gurú máximo no parece dispuesto a tomarse tiempo para festejar. Los únicos verbos que le interesa conjugar son trabajar y ganar.
"Esa droga, ese momento final, ese penal (atajado por Edwin van der Sar), se escurren muy rápido. Para mí desaparecen. Pienso en el futuro y en asegurarme que el hambre sigue ahí. No quiero jubilarme", dijo el DT.
A los 67 años, Sir Ferguson encarará el desafío más importante de los últimos tiempos: convencer a Cristiano Ronaldo de que no hay lugar mejor en el mundo que Manchester.
La sombra del Real Madrid sobrevuela la cabeza de la estrella, tal como pasó con Zidane, Ronaldo y Beckham. El "7" coquetea y no se define.
A la espera del sí del portugués, lo que es seguro es que el escocés sueña con más y tiene una base de aquellas: Wayne Rooney, Rio Ferdinand, Nemanja Vidic y Carlos Tevez, al que seguramente se le comprará definitivamente, después de una gran temporada en Old Trafford.
Aunque hayan pasado apenas unas horas de haberlo conseguido, el manager no festejaba su título número 29 sino pensaba en cómo hacer para ganar el 30.