Jueves 22 de Mayo de 2008 Edicion impresa pag. 24 y 25 > Internacionales
Un golpe que no liquida a ETA, pero anula su ofensiva
Aún quedan dirigentes prófugos y recursos. El grupo estaba en una fase de gran actividad.

MADRID/BURDEOS (DPA) - Las unidades especiales de la policía actuaron poco antes de medianoche. Su objetivo era una modesta vivienda de una segunda planta en la calle Cours de la Marne en Burdeos, cerca de la estación de trenes.

La intervención fue tan rápida que las cuatro personas que en el interior estaban sentadas en torno a una mesa no tuvieron tiempo ni de levantarse, y mucho menos para desenfundar sus pistolas. "Se entregaron sin oponer resistencia", revelarían después fuentes de la lucha antiterrorista española.

Mientras eran conducidos a las patrullas, los cuatro proferían gritos de "¡Gora ETA!" (Viva ETA). Francisco Javier López Peña, alias "Thierry", el presunto jefe máximo del grupo armado vasco, iba a la cabeza.

Con su detención, las fuerzas de seguridad francesas y españolas asestaron a la organización uno de los golpes más duros de los últimos años. "No fue una operación más. Se ha detenido a la persona con más peso político y militar de la banda terrorista", dijo el ministro español del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, visiblemente satisfecho. Representa "un paso más, sin duda importante, en la victoria de la democracia" sobre el terrorismo agregó el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero

Este "durísimo golpe" a ETA, en palabras del presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, es el mayor desde la detención en octubre de 2004 en el sur de Francia del entonces máximo dirigente político de la organización Mikel Albizu, alias "Mikel Antza".

Junto a "Thierry" fueron detenidos otros tres presuntos dirigentes de ETA. La organización ha sido descabezada, pero nadie en España se atrevía ayer a proclamar la derrota de ETA.

Los más optimistas hablaban si acaso de "un golpe quizás decisivo".

La posible defunción del grupo armado ha sido declarada en muchas ocasiones desde el inicio de su lucha por un País Vasco independiente hace 40 años: tan sólo desde 1986 ha habido media docena de duros golpes a la cúpula de la organización y ésta siempre ha resurgido. ETA, que tiene por símbolo una serpiente enroscada en un hacha, se asemeja a una hidra de varias cabezas. Además, en el País Vasco sigue habiendo cientos de jóvenes radicales dispuestos a sumarse al grupo armado.

Y, mientras, sigue sin haber pistas sobre el paradero de Garikoitz Aspiazu, alias "Txeroki", el jefe de los comandos terroristas de ETA.

Sin embargo, no hay dudas de que las detenciones de Burdeos suponen un golpe a la médula de ETA, que sufrió esta nueva estocada en el momento menos oportuno: en medio de una nueva ofensiva terrorista que pretende doblegar al Estado español tras el fracaso del último proceso de paz.

Desde finales de año 2006, cuando un atentado contra el aeropuerto de Madrid acabó con dicho proceso, ETA ha matado a seis personas, dos de ellas en las últimas diez semanas. La policía española está además convencida de que ETA se ha rearmado y de que vuelve a contar con una fábrica de bombas en el sur de Francia. ETA intentaba con esta ofensiva demostrar fortaleza en un escenario en el que su entorno político está fuertemente debilitado. El partido independentista Batasuna (Unidad), su brazo político, está ilegalizado desde 2003 y casi todos sus dirigentes se encuentran en la cárcel. También los partidos que intentaron suceder a Batasuna terminaron siendo suspendidos.

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