TEL AVIV (Télam).- Israel y Siria anunciaron ayer conjunta e inesperadamente la reanudación de sus negociaciones de paz tras un tenso hiato de ocho años, y afirmaron que sus conversaciones indirectas con la mediación de Turquía buscan "alcanzar la meta de una paz completa".
Los analistas estiman que los tradicionales adversarios tienen algo que ganar en el proceso: Israel, que Siria deje de apoyar a grupos armados antiisraelíes palestinos o libaneses y Siria, aspirar a una mayor inserción en la comunidad internacional.
El primer ministro israelí, Ehud Olmert, y el presidente sirio, Bashar Assad, ya habían confirmado recientemente que sus países habían intercambiado mensajes. Pero el anuncio de ayer, con comunicados idénticos emitidos casi al mismo tiempo por Israel, Siria y Turquía, fue la primera confirmación -y de lo más formal- que las conversaciones ya están en curso.
"Siria e Israel iniciaron negociaciones de paz indirectas bajo los auspicios de Turquía", dijo el comunicado .
Las partes "declararon su intención de conducir estas conversaciones en buena fe y con amplitud de criterio. El diálogo se efectuará de forma seria y continuada a fin de alcanzar la meta de una paz completa", agregó el escrito.
En el comunicado se hizo notable la ausencia de una mención a Estados Unidos, un impulsor y garante tradicional de los acuerdos de paz en Medio Oriente, pese a ser visto por los árabes como favorecedor de Israel. La vocera Dana Perino insinuó que la Casa Blanca fue informada con anticipación y que decidió no participar.
"No fuimos sorprendidos por esto y no lo objetamos. Esperamos que este sea un foro para tratar varias preocupaciones que todos tenemos sobre Siria, el apoyo de Siria al terrorismo, la represión de su propio pueblo", dijo Perino.
El presidente George W. Bush incluyó a Siria en lo que él llama un "eje del mal", por el apoyo de Damasco al movimiento libanés Hizbollah y a grupos armados palestinos como Jihad Islámica y Hamas, a los que Washington considera "terroristas". Bush también acusa a Siria de apoyar a grupos insurgentes en Irak.
Horas después de la difusión del comunicado, Olmert dijo que los contactos con Siria comenzaron hace más de un año. "Siempre es mejor hablar que disparar. Estoy feliz de que ambas partes hayan comenzado a hablar", dijo Olmert, que sin embargo predijo negociaciones difíciles.
Israel y Siria son enconados enemigos, y su anteriores intentos por lograr la paz fracasaron, el último de ellos en 2000.
Los países libraron tres guerras, y sus fuerzas chocaron también en la guerra civil del Líbano (1975-1990).
El año pasado, Israel bombardeó en Siria lo que según la CIA de Estados Unidos era una central nuclear que Damasco construía con colaboración de expertos norcoreanos.
Las exigencias de ambas partes en un tratado de paz son bien conocidas. Siria quiere una retirada total israelí de las Alturas del Golán, una estratégica meseta que Israel capturó en la guerra árabe-israelí de 1967.
La última conversación de paz fracasó por los desacuerdos en torno a la fase final de una retirada israelí. Israel quiere que Siria deje de apoyar a grupos armados palestinos y reduzca sus vínculos con Irán, además de exigir una relación de plena paz bilateral.