CANNES, Francia (AP) _ La realizadora argentina Lucrecia Martel, cuya película "La mujer sin cabeza" compite por la Palma de Oro en el Festival de Cine de Cannes, confesó ayer que el personaje central de su cinta deriva de una experiencia casi metafísica que atravesó cuando niña.
"Yo tuve unos cuantos accidentes y... la mejor metáfora de la medicina popular que me parece traduce esto del personaje es que en una situación violenta, el alma se desprende del cuerpo para protegerse", dijo Martel en conferencia de prensa.
"Después hay todo un tratamiento para recuperar el alma", añadió. "Yo tuve este problema y no lo hice completamente".
La cineasta, que ya había competido por el máximo galardón hace cuatro años con "La niña santa" y en 2006 fungió como jurado de la selección oficial, señaló además que tal experiencia le permite a uno ver cosas que había dejado de ver, "un trastorno de la percepción" que calificó como "un momento privilegiado".
"La mujer sin cabeza" sigue a Verónica (María Onetto), una mujer que queda traumatizada tras un accidente en el que cree haber atropellado a alguien, que no aparece por ninguna parte, y se abstrae emocionalmente de las cosas y personas que formaban parte de su vida.
Avalada por El Deseo, la empresa productora de Pedro Almodóvar y su hermano Agustín, la cinta presenta "capas" superpuestas de sonido y tomas en las que se jugó con la profundidad de campo para dar al espectador la claustrofóbica sensación de que está dentro de la cabeza de la protagonista.
"Pienso que hay películas que más fácilmente se pueden compartir con personas de otros lugares y ésta en particular tiene su complejidad", reconoció Martel ante una pregunta sobre cómo el público argentino la recibiría en comparación con el público internacional de Cannes.
"No todo es traducible completamente". En cuanto al realismo de los diálogos, le dio todo el crédito a su madre. "El 95% de los diálogos son robados", aseguró con una sonrisa.
"Tengo una madre muy prolífica e inquietante... Tengo una escuela de 40 años de compartir estos diálogos, por lo que es muy sencillo a la hora de escribir".
Agustín Almodóvar, quien también participó en la rueda de prensa, dijo que desde que vieron "La ciénaga" en el 2001 "Pedro y yo quedamos fascinados con el cine de Lucrecia".
"La película reunía todas las cosas que nos gustan como espectadores. Nos gusta el cine complejo, el que hace que tú tengas que enfrentarte a esa película y en cierta forma tomar una participación activa emocionalmente... (Y) creemos que el cine que ella hace es esencial para el cine de hoy", explicó.
"Veo mi propio cine como algo desnaturalizado", dijo por su parte la artista, cuyo próximo proyecto es un filme sobrenatural sobre extraterrestres titulado "El Internauta", a rodarse en la Argentina.
"Esa película es un icono para la cultura argentina", expresó, adelantando que Buenos Aires será un personaje central de la cinta, pues siente una gran "devoción" por la ciudad.
Como la única mujer en la competencia oficial, además de la codirectora brasileña de "Linha de Passe", de Walter Salles y Daniela Thomas, señaló que es increíble que todavía en el siglo XXI la proporción de directoras sea tan pobre en comparación con la de directores. "Creo que sencillamente estoy cumpliendo con el porcentaje", afirmó. Y negó "definitivamente" que esté representando en Cannes al género femenino. ¿Cómo ha recibido su película el público de Cannes en esta ocasión?
"Supongo que como siempre: a una parte del público no le gusta nada y a la otra le gusta más".
