Miércoles 21 de Mayo de 2008 Edicion impresa pag. 30 y 31 > Sociedad
Dolor de cabeza: el más común de los males
Sobre el más común de lo malestares hay cosas que se saben y otras que quedan en el misterio. Por sus características es posible distinguir sus causas. Estudios más complejos persiguen las raíces del dolor crónico.

Si hay una experiencia que todo el mundo ha tenido alguna vez, es la del dolor de cabeza. Grandes, chicos, de cualquier edad y condición lo han sufrido alguna vez ya sea por haber tenido fiebre, una indigestión, tensión, nerviosismo, problemas visuales, o por alguna causa desconocida a la que no dio mayor importancia.

Pero en muchas personas, el dolor de cabeza deja de ser algo eventual y se transforma, más que en un problema en sí mismo, casi en una pesadilla. Y puede afectar todos los aspectos de la vida y llegar a ser discapacitante. Sucede con las migrañas, por ejemplo, que por lo general consisten en un fuerte dolor pulsátil (intermitente) que toma sólo un costado de la cabeza. Un acceso de migraña puede durar entre 4 horas y 3 días, y en general no se presenta sin antecedentes previos de dolores de cabeza frecuentes.

Un tipo de dolor de cabeza particularmente grave es la cefalea acuminada, o cefalea de Horton: "Ataca solamente a los hombres, les toma unos 30 ó 40 días cada año y es el más doloroso, porque se produce de noche y no los deja dormir, obliga a saltar de la cama, a deambular por la casa y darse la cabeza contra la pared; pero afortunadamente sólo sucede en menos de un 1% de los dolores crónicos de cabeza", describe el doctor León Fisco, médico neurólogo miembro de la Sociedad Internacional del Dolor de Cabeza (IHS, siglas en Inglés).

 

El aura

 

La migraña o jaqueca es un dolor de cabeza crónico; en países donde hay estadísticas se sabe que afecta hasta a un 11% de la población. Muchas de las personas que sufren

migrañas habrán experimentado un fenómeno conocido como aura, que es la aparición de destellos -por actividad anormal en la región del cerebro que produce este tipo de ilusión óptica- y visión borrosa.

El aura es un preanuncio que se produce aproximadamente media hora antes de un acceso de migraña intensa.

Usualmente la migraña viene acompañada también de mareos y vómitos, hipersensibilidad a la luz (fotofobia) y vértigo. Incluso hay pacientes con migraña que dan cuenta de una sensación de hormigueo o debilidad en los brazos, y hasta pérdida transitoria de la visión en un punto determinado, como si tuvieran un "punto ciego". Actuar en el momento del aura -buscando reposo en un lugar oscuro y relajado, por ejemplo- puede permitir que se evite el acceso de migraña, pero no todas las personas que padecen ataques de migraña tienen antes este "aviso".

 

Demasiado estrés

 

Las cefaleas tensionales son en general más leves que las migrañas. Además no resentan náuseas, ni vómitos, ni fotofobia. El estrés, las preocupaciones, la angustia por problemas familiares o laborales, activan una especie de ancestral "mecanismo de defensa": un estado de alerta corporal que predispone a la rigidez de los músculos del cuello y de la cabeza, que provoca trastornos en el movimiento y en la circulación sanguínea y, como consecuencia asociada, el dolor.

Una rutina de masajes circulares sobre la zona afectada, permanecer en un lugar oscuro con los ojos cerrados, descansar, relajarse y dormir, sería la solución ideal cuando estos dolores tensionales aparecen de manera incipiente. Pero a veces, las mismas actividades que inducen a ese estado de tensión son los que obligan a seguir.

En las mujeres, una de las causas de migrañas puede ser la caída de estrógenos, y por eso el período menstrual son tan frecuentes los dolores de cabeza.

 

Los mecanismos del dolor

 

Prostaglandinas e histaminas son las enzimas que las células producen como mecanismo de defensa y que, al interactuar con las terminales nerviosas, se asocian con la producción del dolor. Los analgésicos conocidos -ibuprofeno, ketorolac, naproxeno, ácido acetilsalicílico, paracetamol- inhiben la formación de prostaglandinas y calman el dolor. Para el tratamiento de la migraña también se utilizan antieméticos -metoclopramida, domperidona- y alfabloqueantes como la ergotamina.

Ningún especialista aconseja el uso prolongado y recurrente de estos medicamentos sin control, por lo que si los dolores de cabeza persisten será imperiosa la consulta médica. Según advierte Fisch, tomar al dolor como un problema en sí mismo e ir al médico a tiempo puede ayudar a evitar el proceso por el cual el dolor se vuelve crónico.

Hasta hace unos años se suponía que el dolor de cabeza se originaba en la circulación, pero hoy se tiende a identificar la génesis dentro del cerebro: "Lo que se conoce ahora es que hay un desequilibrio químico sodio-calcio en las neuronas del cerebro, y eso produce vasodilatación y extravasación de los vasos laterales del cerebro".

Más información en:

www.cefaleas.org.ar (Asoc. Argentina de Cefaleas), www.doloresdecabeza.com.ar (centro del Dolor de Cabeza de Bs. As.), www.sna.org.ar (Soc. Neurológica Argentina).

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