Miércoles 21 de Mayo de 2008 Edicion impresa pag. 16 > Regionales
Sin acuerdo sobre el querellante de los niños
Los legisladores mantienen dudas

NEUQUÉN (AN).- Los diputados no logran ponerse de acuerdo respecto de cómo garantizar que los menores de edad víctimas de abuso tengan representación legal como querellantes. Ayer, en una nueva reunión de la comisión que estudia los dos proyectos referidos al tema, el defensor del TSJ, Tomás Gavernet, advirtió que es necesario que el abordaje de cada caso sea realizado por un equipo interdisciplinario, que tenga la misión estudiar si extender la participación de los menores en las causas penales constituye un beneficio a la víctima.

Tal como resumió el diputado radical Marcelo Inaudi, entre los representantes de la oposición y el oficialismo hay acuerdo respecto de la necesidad de asistir a los menores, pero tras dos semanas de debate en comisión y con las opiniones de tres especialistas, surgieron dudas.

En un principio, tras los aportes de la defensora del Niño y el Adolescente de Neuquén, Nara Osés; y del abogado y ex defensor oficial Gustavo Palmieri, las inquietudes eran sólo técnicas y se referían a quién debía encargarse de la representación. Las opciones presentadas fueron tres: la defensoría del Niño, los defensores oficiales o abogados particulares con cargo al Estado.

Gavernet se mostró dispuesto a "completar los proyectos" a partir de la colaboración de los equipos técnicos del TSJ, pero reclamó un "giro" en el análisis. "Hay que profundizar la interdisciplinariedad, porque leyendo un expediente no se va a conocer el estado del niño", indicó.

Los dos proyectos que analiza la comisión de Asuntos Constitucionales de la Legislatura surgieron a partir de un caso en el que un fiscal no apeló una sentencia en la que no se consideró probada una violación a una menor de 12 años que quedó embarazada. Por la inacción del fiscal, el acusado sólo fue condenado a cuatro años de prisión domiciliaria.

Según se interpretó desde los bloques, si el menor o la familia tuvieran garantizada la representación legal, se evitarían fallas de este tipo.

Gavernet advirtió que en estos casos podrían presentarse conflictos respecto de la patria potestad. "Tendríamos que ver si le hace bien o mal al niño, porque estaríamos resolviendo suprimir la patria potestad. Tendríamos que evaluar primero qué es lo que se busca con la intervención del niño en el proceso", señaló el defensor del TSJ, que de toda maneras se puso a disposición de los diputados para trabajar en un proyecto superador.

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