Miércoles 21 de Mayo de 2008 Edicion impresa pag. 04 > Nacionales
La Iglesia contradice al gobierno: asegura que aumentó la pobreza
Monseñor Casaretto afirmó que ésa es la percepción de su institución. Cristina afirmó que había disminuido.

La Iglesia consideró ayer que la pobreza "está aumentando" en la Argentina, al tiempo que destacó que la institución mantiene con el gobierno de Cristina Fernández una "relación institucional", caracterizada quizás por la "distancia" pero no por el "diálogo cortado o una actitud beligerante".

"La percepción nuestra es que en estos momentos está aumentando la pobreza", aseguró el presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, monseñor Jorge Casaretto, en contradicción con un reciente informe difundido por el gobierno que señala que la cantidad de pobres se redujo al 20,7%.

La cifra, ratificada por la presidenta Fernández, fue cuestionada por mediciones privadas y sectores políticos.

En un acto que encabezó la semana pasada en la Casa Rosada, la jefa del Ejecutivo indicó que en el segundo semestre del 2007 la pobreza había descendido al 20,7 por ciento, respecto de la medición anterior que la ubicaba en el 23,4%.

En declaraciones a radio Continental, el obispo de San Isidro puntualizó ayer por la mañana que en base a conclusiones del Observatorio Social de la Universidad Católica Argentina, "que sigue muy de cerca esta temática", la Iglesia estima que el nivel de pobreza está en ascenso.

"Ellos siguen de cerca el punto de vista de las estadísticas, pero, además, nosotros tenemos (otro índice) que son nuestras caritas parroquiales y ellas nos dicen que vuelve la gente para pedir alimentos más que antes. Esa percepción -reiteró- nos dice que está aumentando la pobreza".

Por otra parte, Casaretto afirmó que la Iglesia y el Gobierno nacional no "están peleados", y señaló que los "puntos conflictivos" entre la institución eclesiástica y el Ejecutivo tienen "más que ver con el Vaticano que con el Episcopado argentino".

"La relación es institucional y esto es propio de lo que ha sido la vida de este gobierno con respecto a la Iglesia", analizó el religioso, y señaló que, de tal forma, el diálogo no está interrumpido.

Casaretto precisó: "Yo tengo diálogo con muchos funcionarios, por lo tanto, no hay ningún diálogo cortando, no hay ninguna actitud beligerante. Quizá hay una distancia -aceptó-, pero esa distancia puede ser interpretada desde el punto de vista del Gobierno y también desde el punto de vista nuestro. Es una relación institucional".

El titular de la diócesis de San Isidro reflexionó que lo que hay "a veces" son "algunos conflictos pendientes" y en ese sentido mencionó, por una parte, el malestar que causó en el Vaticano la designación del ex ministro de Justicia Alberto Iribarne para representar a la Argentina ante la Santa Sede, por su condición de divorciado. Y el otro tema, recordó, fue la "designación del obispo castrense que no llega a concretarse" luego del traumático alejamiento de monseñor Antonio Baseotto de ese cargo.

(DyN)

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