Miércoles 21 de Mayo de 2008 Edicion impresa pag. 33 > Policiales y Judiciales
Hombre murió amordazado y maniatado en SAO
Fue encontrado por su hijo. Hoy se hará la autopsia. No habría ninguna pista firme.

SAN ANTONIO OESTE (Especial).- El macabro hallazgo del cuerpo sin vida de un anciano de 84 años, que fue encontrado por su hijo menor atado de pies y manos, caído sobre una silla del comedor del domicilio ubicado en el barrio de las viviendas del plan 'Fonavi', conmovió a la comunidad de San Antonio, que ayer por la noche seguía las alternativas de las actuaciones que la policía Criminalística de Viedma desarrollaba en el interior de la casa.

La trágica escena fue descubierta por el familiar de la víctima, que fue identificado como Santiago Ulloga, alrededor de las 15.30, cuando al regreso de uno de los viajes que el joven realiza para una empresa pesquera ubicada en el Puerto SAE concurrió a visitar a su padre, que vivía en la unidad 6 del barrio, a pocas cuadras del domicilio del muchacho.

Al ingresar a la vivienda, en el primer sector de la casa el chico encontró el cadáver de su padre tirado de espaldas sobre el suelo, con la cabeza apresada en el hueco ubicado entre el respaldo y el asiento de una de las sillas del comedor, que estaba caída debajo de su cuerpo.

Aunque no poseía signos de violencia visibles ni rastros de sangre, tenía en el interior de su boca un repasador a modo de mordaza.

La insospechada escena generó la reacción inmediata del joven, quien salió a buscar desesperada ayuda en el vecindario antes de dar aviso a la policía, que al arribar al lugar alertada por un llamado, preservó inmediatamente el predio, para facilitar el trabajo de los efectivos de Viedma que llegaron al lugar cerca de las 20.

La tarea policial desarrollada en el domicilio culminó alrededor de las 22, cuando luego de la inspección de la casa, el cuerpo de la víctima fue trasladado hacia la capital provincial, para realizar una autopsia cuyos resultados se conocerán hoy a las 8 de la mañana.

Aunque oficialmente no trascendieron datos, fuentes policiales mencionaron que el cuerpo no tenía rastros de golpes ni signos de arma blanca o de fuego, aunque poseía un inmenso edema alrededor de su cuello provocado por la presión de la silla, lo que dificultó la remoción del cuerpo, que estaba apresado e inflamado entre las piezas del mueble que tuvo que ser desarmado por los oficiales para liberarlo.

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