SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Alumnos, docentes y directivos del Centro de Nivel Medio para Trabajadores "Eloísa M. de Ramos Mejía" denunciaron la falta de cobertura médica y el desamparo que en enfrenta la comunidad educativa local, tras la muerte de una alumna del establecimiento.
El pasado viernes 9 la alumna de tercer año Isabel Ferrada, de 47 años, se descompensó durante un recreo, quedó tendida en el suelo con fuertes nauseas y mareos y debió esperar más de 45 minutos para ser trasladada al hospital. Mientras tanto sus compañeros, docentes y bomberos voluntarios le prestaban los primeros auxilios y buscaban desesperados una ambulancia.
Tras la interminable espera la mujer, que sufría dos aneurismas, fue atendida en el nosocomio público y derivada al Hospital Privado Regional antes de ser intervenida en un sanatorio de Cipolletti donde resistió la operación pero nunca despertó.
El director del establecimiento, Aldo Spessot, señaló a "Río Negro" el malestar vivido por alumnos y docentes por "haberla visto ahí, tendida y sin recibir la atención médica" y destacó la sensación de "desprotección" que guarda esa comunidad educativa.
En una carta abierta difundida ayer, los alumnos y docentes del CEM preguntaron "si el hospital público da a basto con tres ambulancias para cubrir una población de 150.000 habitantes" y " si las ambulancias de los centros privados no hacen abandono de persona al preguntar primero quién paga el viaje".
Los dolidos compañeros de Ferrada cuestionaron la "precariedad" de la salud Pública y la deficiente cobertura médica que tienen los establecimientos educativos de la ciudad.
Spessot confió a este diario que el servicio de la empresa de emergencias médica Vital, contratado por la compañía de Seguros Horizonte, sólo cubre la primera atención y el traslado en casos de accidentes, pero no tiene respuestas para otro tipo de dolencias como la sufrida por Ferrada. En esos casos hay que recurrir al servicio de salud pública.
"La sensación de desprotección es enorme, nosotros tenemos alumnos grandes que no corren en los recreos pero que pueden tener algún problema cardíaco o de salud, qué hacemos si pasa algo como esto?" se preguntó el directivo.
Los llamados realizados por el director y otros docentes chocaron contra la carencia del sistema de emergencias médicas de la ciudad que sigue exhibiendo una preocupantes desactualización.
Según el relato del docente el hospital "Ramón Carrillo" informó que tenían una hora de demora como mínimo y la empresa Vital argumentó que no tenían disponibilidad de vehículos. Los únicos que respondieron con una rápida asistencia fueron los bomberos voluntarios pese a que no tenían autorización para el traslado. "Los bomberos llegaron a los cinco minutos y empezaron a atenderla sobre una camilla, en el patio de la escuela, a la vista de todos los alumnos, y estuvimos 45 minutos sin que apareciera ninguna ambulancia hasta que los mismos bomberos pudieron agilizar el traslado" relató Spessot.
"Tal vez este caso no se resolvía con una atención rápida, no es que falleció a causa de la no atención rápida, pero nos preguntamos qué hacemos si ocurre algo que requiera una atención rápida".
