Boca sabe de días gloriosos en la Libertadores y hoy tratará de engrosar la lista. El campeón de la Copa Libertadores enfrentará al Atlas, en el partido revancha por los cuartos de final, que tendrá un marco imponente en el Jalisco, con 60.000 personas.
El "Xeneize" deberá ganar para continuar en el torneo continental, pero también le alcanzará con empatar por más de tres goles. Sólo si el duelo finalizó 2-2, habrá penales. Es que así terminaron en la ida, con un agónico gol de los dirigidos por Miguel Brindisi.
El dueño de casa, en cambio, tiene más alternativas y le alcanzará con un 0-0 o 1-1 para meterse entre los cuatro mejores por primera vez en su historia.
El partido ha despertado una gran expectativa, porque ya se agotaron las entradas puestas a la venta en diversos puntos de Gualadajara.
Boca contará con JR Riquelme, que si bien no está plenamente recuperado de una molestia en su pierna derecha, secuelas de un desgarro que tuvo el 21 de marzo, volverá a constituir en el armado de juego del conjunto dirigido por Carlos Ischia.
El DT no confirmó el once titular, pero anoche una fuerte versión indicó que Gabriel Paletta y Cristian Chávez estarían entre los elegidos. Si esto se ratifica, quedarían afuera Fabián Monzón (Morel marcaría la punta izquierda) y Fabián Vargas.
Igualmente, lo único concreto en relación al partido de ida, jugado en Vélez, es que Pablo Migliore será el arquero y tendrá una tremenda responsabilidad. El desgarro en la pierna derecha de Mauricio Caranta le abrió una chance al ex Huracán.
Brindisi no piensa realizar cambios en la formación, y sólo se dedicó en las últimas horas a planificar la estrategia de "los zorros" para eliminar a su ex club, donde tuvo un exitoso paso como jugador (campeón en 1981 con Maradona), pero muy flojo como técnico (renunció en el Monumental después de una derrota con River).
Esta será la segunda vez que Boca jugará en el Jalisco, ante Atlas, y en la primera, el 8 de abril pasado, cayó 3-1. Aquella noche no estuvo Riquelme, quien aparece como "el" salvador .
Así como este antecedente lo complica, el plantel se apoya en otro: la victoria ante Cruzeiro en octavos. Claro que esta es otra historia y el campeón de América deberá reflotar su mística copera.
