El nuevo jefe del gobierno italiano, el derechista Silvio Berlusconi, adoptó este miércoles una serie de medidas firmes y severas para salvar a Nápoles del drama de las basuras que agobian "como un terremoto o una erupción volcánica" a esa región del sur de Italia.
Berlusconi se trasladó a la metrópoli sureña para presidir la primera reunión operativa del Consejo de Ministros con el fin de demostrar su voluntad de resolver el problema de las basuras que sofocan a esa ciudad. "La Protección Civil se encargará del problema porque se trata de una emergencia nacional, como un terremoto o una erupción volcánica", admitió Berlusconi, quien encargó al veterano director de la entidad, el médico Guido Bertolaso, la resolución del espinoso problema.
Como primeras medidas Berlusconi anunció que "los vertederos serán declarados zonas de interés estratégico nacional y que serán vigilados por militares, como cualquier zona militar". El jefe de gobierno italiano, holgado vencedor de las elecciones legislativas de abril, decidió aplicar mano dura contra todas las formas de protesta organizadas en los últimos años contra la construcción de vertederos.
"Cualquier persona o minoría organizada que bloquee o dificulte el uso de los vertederos será castigada con penas severas que van de tres meses a un año de cárcel", advirtió. "El Estado debe asumir su rol de Estado con fuerza y autoridad", dijo el magnate de las comunicaciones, en un mensaje dirigido tanto a los habitantes de los barrios periféricos como a la mafia napolitana, la Camorra, acusada de haber descargado legal e ilegalmente, durante años y a bajo precio, millones de toneladas de residuos tóxicos provenientes de media Europa.
El gobierno adoptó igualmente un paquete de medidas de seguridad que fijan una línea dura contra la inmigración ilegal, tal como lo había prometido durante la campaña electoral, lo que ha alimentado una ola de xenofobia en toda la península.
Fuente: AFP