Lunes 19 de Mayo de 2008 Edicion impresa pag. 23 > Internacionales
Correa enfrenta nuevos desafíos
Indígenas abren frente de tormenta interno en Ecuador

QUITO (AFP).- Crisis con Colombia, denuncias vinculándolo con las FARC, indígenas furiosos y una oposición deseosa de enjuiciarlo: las aguas parecen enturbiarse en torno del presidente de Ecuador, Rafael Correa, cuando restan tres meses para el referendo que podría habilitarlo para la reelección.

Aun así el mandatario cuenta con una aceptación superior al 55% en promedio según encuestas. Un respaldo que si bien es sólido no logra tapar las grietas que peligrosamente se profundizaron en la última semana.

Correa fue respaldado unánimemente en su reclamo contra Colombia por el bombardeo del 1 de marzo contra las FARC en suelo ecuatoriano, pero las denuncias que posteriormente se desprendieron relacionándolo con ese grupo -considerado terrorista entre otros por Estados Unidos- rompieron la unidad.

La oposición, casi inexistente para muchos analistas, rompió filas al exigir una investigación para determinar si la guerrilla aportó 100.000 dólares a la campaña de Correa, como reseña uno de los archivos electrónicos certificados por Interpol y que, según ese organismo y Bogotá, pertenecen a las FARC.

Sin amilanarse, Correa ofreció el sábado su renuncia si es que la OEA comprueba los señalamientos de Colombia, y prolongó el suspenso alrededor del restablecimiento de relaciones políticas con el gobierno de Alvaro Uribe.

Mientras se bate en el frente externo, con numerosos viajes y estridentes réplicas, los indígenas lo desafían puertas adentro. La principal organización indígena, Conaie, se declaró en oposición al ejecutivo y prepara un levantamiento para forzar al gobierno a concederle a las comunidades el derecho a decidir sobre la explotación de petróleo y minerales en sus territorios. Incluso, ayer pidió el apoyo de otros sectores.

Pero mientras llega la prueba de fuego de la enmienda constitucional, el presidente ecuatoriano no baja ni la guardia ni el tono. Al tiempo que ofreció su renuncia a la OEA, advirtió que antes de ceder a la exigencia de los indígenas está dispuesto a irse del poder. "Estoy dispuesto a irme a la casa, no es soberbia, cuidado, sabemos que corremos riesgos en estos enfrentamientos, pero son inevitables, no vamos a ceder", afirmó.

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